Un jurado popular comenzó a decidir la sentencia de los cuatro policías Leonardo Daniel Ecilape, Manuel Monreal y Mariano Alejandro Ibáñez, y el excapitán de la Policía de la provincia de Buenos Aires, Rubén Alberto García, acusados la causa denominada “Masacre de Monte”, que culminó con las muertes de tres adolescentes y un joven de 22 años, y la herida de bala en otra de ellos.

Los doce jurados titulares comenzaron a debatir este miércoles pasadas las 10 horas en los tribunales platenses, ubicados sobre la calle 8 entre 56 y 57, en el marco del juicio, que inició el pasado 8 de mayo bajo los cargos de "homicidio agravado por abuso de función como miembro de las fuerzas policiales calificado por el empleo de armas de fuego, y violación de los deberes de funcionario público" de Danilo Sansone (13), Camila López (13), Gonzalo Domínguez (14) y Aníbal Suárez (22), y la tentativa de Rocío Quagliariello (17), en ese entonces tenía 13 años.

Los policías acusados por la Masacre de Monte.

Para llegar a un veredicto condenatorio nueve de los doce jurados deben considerar culpables a los imputados; de lo contrario serán considerados "no culpables", según explicó Télam en diálogo con fuentes judiciales.

"Hubo una deliberada intención de matar", declaró la querella

Dora Fernández, la abogada que representa a las familias de Domínguez y Suárez sostuvo que la causa de muerte "seguramente fue algo oscuro", ya que los chicos "seguramente habrán visto algo".

"La realidad es que los emboscaron y les dispararon. Un testigo escuchó seis disparos. Tenían a los chicos muertos en el piso y les seguían tirando. Ellos dijeron que estaba en riesgo su vida, pero les dispararon de atrás. ¿Qué policía que está en riesgo dispara de atrás? No hay palabras para decir más que asesinos. Hubo una deliberada intención de matar", declaró.

Gonzalo Domínguez, Danilo Sansone, Camila López y Aníbal Suárez.

Los alegatos de la defensa

Los abogados de los policías desligaron la responsabilidad de los hechos sobre Aníbal, el joven conductor del auto en el que viajaban las víctimas, a la vez que consideraron que los agentes actuaron "en cumplimiento de su deber al intentar identificar a los fallecidos antes de la persecución".

Tras los alegatos, los acusados se disculparon con los familiares en el espacio para decir unas últimas palabras.

La masacre

El trágico hecho sucedió en la madrugada del 20 de mayo, cuando persiguieron a lo largo de la colectora de la ruta 3 a un Fiat 147 en el que viajaban los cinco jóvenes quienes escuchaban música cuando los oficiales comenzaron a perseguirlos sin motivos y, de acuerdo con los registros de las cámaras de seguridad del municipio, a dispararles.

Esta semana, un perito informático reveló que Manuel Monreal, uno de los imputados, borró los mensajes de su teléfono tras la persecución, ya que en los mensajes del resto de sus compañeros había sido nombrado pero en su casilla no figuraban los chats.