El jugador cerró un club para una fiesta privada y dejó más de 50 mil dólares en efectivo para propinas.
Después de mostrar un arma de fuego en sus redes sociales, Ja Morant fue suspendido y debió pedir disculpas públicamente, pero la polémica renació con la revelación de detalles de la noche en que el basquetbolista cerró un club nocturno para una fiesta privada.
El revuelo no es ajeno al exitoso y joven basquetbolista de 23 años que juega como armador en los Memphis Grizzlies. La victoria ante Houston Rocket, el primero de marzo por 113 a 99, fue el inicio de los festejos de Morant.
A partir de la información revelada por The New York Post, el basquetbolista llegó al Shotgun Willie's, en Denver, alrededor de la 1:30 horas y se dirigió al sector VIP, en donde desembolsó una cantidad de dinero cercana a los 900 dólares para alquilar el lugar durante tres horas. Sin embargo, esa fue solo la primera visita, que no alojó controversia alguna.
El sábado siguiente, tras la derrota por 113-97 contra los Denver Nuggets, el jugador volvió al salón y fue entonces cuando se desató el revuelo. Cerca de las 4:30 de la madrugada de aquel sábado, en sus redes sociales inició un vivo en el que se lo pudo observar portando un arma de fuego.
"Toda la sala estaba llena de dinero, es literalmente un montón. Necesitarías un rastrillo", declaró un empleado del lugar posteriormente. Con la inmediata difusión de las imágenes en redes sociales, el club decidió suspender al basquetbolista durante dos partidos, contra Los Ángeles Clippers y Los Ángeles Lakers, que resultaron en derrotas por 135 a 129 y 112 a 103 respectivamente.
Al recibir la suspensión, Morant se comunicó a través de un escrito en el que pidió disculpas por lo sucedido. "Tomo completa responsabilidad por mis acciones de anoche. Pido perdón a mi familia, compañeros, técnicos, aficionados, colaboradores, la ciudad de Memphis y toda la franquicia", explicó.
Asimismo, la propietaria del lugar, Deborah Dunafon, destacó la amabilidad del basquetbolista en su visita. "Ha sido excepcionalmente respetuoso y dulce y no bebió en su segunda visita. Hemos tenido a jugadores de Nuggets y Broncos, irrespetuosos y desagradables", remarcó.