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Grabois criticó al Presidente, pero se diferenció del kirchnerismo: "¿Por qué no se puede presentar?"

El dirigente social planteó un escenario de PASO con tres esquemas en los que estén representadas las diferentes posiciones ideológicas del Frente de Todos.

Grabois criticó al Presidente, pero se diferenció del kirchnerismo: "¿Por qué no se puede presentar?"

El referente del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), Juan Grabois, volvió a criticar al presidente Alberto Fernández tras el discurso que brindó ante la Asamblea Legislativa en la apertura del 141° período de sesiones ordinarias del Congreso, pero bancó que compita por otro mandato, pese a no respaldar su candidatura. "¿Por qué no se puede presentar?", se preguntó.

"No estoy de acuerdo con esa posición, no la entiendo", respondió el dirigente social cuando le preguntaron qué opinaba de la presión que dirigentes del Frente de Todos ejercen sobre el presidente para que desista de su aspiración reeleccionista.

"Estoy convencido de que tiene que haber un esquema de PASO amplia con todos los que se quiera presentar. (Daniel) Scioli, (Sergio) Massa, (Juan) Grabois, Wado (de Pedro), Axel (Kicillof), (Claudio) Lozano... el que sea", sostuvo Grabois. "Mientras no sea -aclaró- una ridiculez con 40 candidatos".

En declaraciones a Futuröck, el líder del Frente Patria Grande planteó una gran interna en el oficialismo con "por lo menos" tres esquemas que representen las diferentes posiciones ideológicas.

"Una que sea el centro conservador, la ancha avenida del medio, que representan Alberto (Fernández), Scioli, Massa; los que tratamos de expresar expresar cierta radicalidad en los planteos de Cristina, retomar sus banderas y buscar una síntesis superadora, porque si no creemos que podemos hacer algo mejor, la verdad es que es muy triste; y otro sector que su exponente podría ser (Sergio) Berni o algún gobernador conservador que, nos guste o no, es parte de una coalición que su única virtud es la delimitación con la derecha extrema bolsonarista deshumanizada", desarrolló.

Asimismo, aún dentro del plano electoral, se refirió al futuro de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, que en diciembre pasado anunció que no sería candidata en 2023, tras ser condenada por corrupción, alegando que había sido "proscripta".

El precandidato presidencial de la coalición de gobierno insistió en este último concepto y analizó que con su "renunciamiento", la ex presidenta busca que otros dirigentes asuman un rol más protagónico.

"Nos está diciendo 'muchachos, espabilen, no pueden seguir prendidos del pantalón de Cristina 20 años más'", indicó.

En ese sentido, dijo que hay una "mala interpretación" entre los que aspiran a que la ex presidenta revea su decisión y añadió: "Cuando hace su renunciamiento, nos está diciendo 'agarren el bastón de mariscal y empiecen a jugar, no estar expectantes de lo que yo hago o dejo de hacer'".

Para el dirigente social, entre los que piden por 'Cristina candidata', hay quienes persiguen intereses personales. "Están los que han vivido colgados de las polleras de Cristina, viviendo literalmente de las designaciones que tener la patente de corso de cristinista les permitía en el Estado, y que no quieren perder sus privilegios", apuntó.

"Yo me lo tomo en serio y descarto que ella vaya a cambiar su decisión", concluyó.

"Pasan otras cosas"

Juan Grabois consideró que el discurso del presidente se encuentra desconectado de las principales preocupaciones de la sociedad. "En mi país, pasan otras cosas", sintetizó. "Algunas de las que dijo, sí, pero en mi país se mueren dos pibes de desnutrición por semana en el Chaco salteño. Y eso no le importa a nadie; en el país que yo vivo hay 40% de pobres y la dirigencia política hace malabares para explicar que quieren recortar la ayuda social, cuando el peronismo debería estar hablando de ampliarla", continuó.

En ese punto, el dirigente social planteó un llamativo proceso ligado a la psicología, por el cual parte del oficialismo adoptó el discurso "gorila" de la oposición respecto de la asistencia social.

"Es una introyección, solamente comprendida por la psicología, del discurso del enemigo, una especie de Síndrome de Estocolmo de que ya te pegaron tanto con eso, que te vas adaptando al discurso gorila y pones un manto de duda sobre las víctimas de la catástrofe, creada por el poder fáctico, por el macrismo, por situaciones internacionales, pero también por este encapsulamiento de la dirigencia política que no siente el dolor de su pueblo como propio y no acelera cuando hay que hacerlo", describió.

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