El suegro de Fernando Báez Sosa, Oscar Rossi, declaró este martes en la segunda audiencia del juicio contra los ocho rugbiers acusados de asesinar al joven el 18 de enero de 2020 a la salida de un boliche de Villa Gesell.

“Te juro que no le deseo a nadie ver lo que yo vi en el cuerpo de Fernando, ni un cazador para un animal", dijo, quebrado, ante el Tribunal, al recordar ese verano en el que recibió un llamado de su hija, Julieta, novia de Fernando, quien, desde Villa Gesell, le dijo: "Papá, venite -él se encontraba en Pinamar-, yo estoy en la comisaría y Fernando en el hospital".

La joven, según reveló el abogado querellante, Fernando Burlando, y ratificó hoy su padre, no se encuentran en condiciones de "afrontar" el juicio.

"Era un ser humano increíble, extraordinario, muy bueno", recordó Oscar, quien, además, relató el encuentro con los padres de Fernando el 19 de enero de 2020, en la morgue, para reconocer el cuerpo de Fernando.

En la jornada de hoy, está previsto que declaren los amigos de Fernando que estuvieron esa noche en la puerta del boliche Le Brique, donde ocurrió el brutal crimen. "Son testimonios clave. Son testigos presenciales que nos van a aclarar cómo fue la mecánica del abordaje a Fernando", dijo Burlando antes de ingresar a los Tribunales de Dolores.