Muchísimas veces me encontré en situaciones con chicos de las cuales no sabía cómo salir. No tenía idea de cómo plantarme, de cómo decirle que no. ¿Sabía que el no era una opción? Tal vez sí. Digo, el no es una de las primeras palabras que aprendemos, pero hay algo en nuestra percepción de la negativa (además del miedo) que se encuentra distorsionada desde siempre. 

Lucas Carrasco, periodista y bloguero que había sido denunciado y condenado por abuso sexual agravado, apareció muerto en la puerta de su departamento en Paraná. Todos los titulares de los diarios se encargaron de contar no sólo su fallecimiento sino además la condena de la justicia. Como si esa situación fuera consecuencia de la otra situación. 

Así mismo lo tomó el cantante Andrés Calamaro que, desde su cuenta de Twitter, culpó al feminismo, a esa denuncia y a la "Justicia del hashtag" por la muerte del periodista. 

Pero volvamos al no. Volvamos a charlar de por qué la negativa en el medio de una relación sexual nos cuesta tanto. No solo a nosotras sino también a ellos. A nosotras decirlo y a ellos entenderlo.Porque en definitiva, lo que le sucedió a Sofia Otero, la denunciante de Carrasco, fue eso. Ella le dijo que no pero a él no le importó y en una situación de mucha violencia, abusó de ella.

Uno de los principales problemas que arrastramos como sociedad es que nos enseñan, desde que somos muy chiquitites, todo mal. Nos dicen, por ejemplo, que nosotras no tenemos que demostrar que alguien nos gusta. Nos dicen que tenemos que esperar que ese chico (porque esta sociedad siempre presupone que los vínculos amorosos son heterosexuales) nos invite a salir. Que las chicas no tomamos la iniciativa a menos que busquemos que ellos nos vean como la opción "fácil", o "rápida" con la cual, seguramente, no se quieran casar. Y el casamiento, hasta no hace mucho, era a todo lo que una mujer podía aspirar. 

Entonces, si sos una feminidad, hacerte la difícil es la que va. "Aunque quieras vos decile que no. Porque si insiste es que realmente está interesado y recién ahí te va a valorar". Este consejo, si sos mujer, lo escuchaste miles de veces. 

A partir de eso, o en consecuencia, los varones, reciben la siguiente información: "Las mujeres nunca saben bien lo que quieren. En general siempre que te dicen que no, es sí. Así que vos insistí que cuanto más lo hagas, más chances tenés". 

Se ve que el señor Andrés Calamaro escuchó mucho ese consejo ya que en su cuenta de Twitter negó lo que dictaminó la justicia y sostuvo que Carrasco fue sólo una víctima del feminismo. Aunque hayan habido pruebas, para el cantante si una chica dice que no en el medio de una relación sexual y él está borracho, no pasa nada.

 Pero todas estas cosas que aquí planteo no son novedad. El feminismo tiene al "No es no" como una de sus frases de cabecera y es el consentimiento clave a la hora de hablar, por ejemplo, de la ley de Educación Sexual Integral. La ESI se encarga de plantear este concepto desde la primera infancia. Entender que no hay medias tintas ni grises, cuando alguien dice que no, sea dentro de una pareja, de un matrimonio o de cualquier tipo de vínculo sexoafectivo, es no. 

Esta frase que muchas ya nos cansamos de repetir y que parece obvia, aún no echa las raices suficientes en este sistema al cual le resulta funcional que la mujer sea un objeto de consumo sin voz ni voto. Por eso, Filo.News habló con Carolina Dome, psicóloga e integrante de la Red de psicólogues feministas. 

Tu pareja puede ser un abusador   

"La cultura patriarcal está arraigada en las conductas y formas de relacionarnos. En estas formas de violencia operan un montón de mecanismos que siempre están negando la palabra de la mujer", explica la especialista.

La violencia machista se encuentra presente en muchísimos vínculos. Vínculos laborales, vínculos de amistad pero, sobre todo, en los vínculos amorosos. Casi el 70% de los femicidios sucedidos durante el 2019 fueron cometidos por parejas o ex parejas de las víctimas y sus hogares los lugares que representan más peligro para las víctimas. 

"Recordemos que hasta no hace mucho en la legislación Argentina se incorporó la figura de 'abuso sexual dentro del matrimonio'. También entendamos que todavía no desarmamos la cultura de la objetivizacion del cuerpo de la mujer y en todo acto de violencia sexual hacia el género femenino, se trata a la mujer como objeto", indica Dome.

"A toda mujer le cuesta reconocer que su pareja la esta violentando y eso es muy difícil de asumir y tiene muchos costos personales. Pero los costos de un abuso, a largo plazo, son mucho peores. Depositamos la confianza en nuestra pareja y creemos que no nos va a lastimar pero además operan un montón de mecanismos de chantaje emocional", explica la especialista.

"Mirá cómo me ponés"

El 11 de diciembre, cuando la actriz Thelma Fardín denunció a Juan Darthés, contó, entre otras cosas, que el actor le había repetido la frase "mirá cómo me ponés" varias veces. Luego, la actriz Anita Co, se sumó a la ola de denuncias contra el ex protagonista de Patito Feo y sostuvo que él le había repetido esa misma frase cuando la arrinconó en un ensayo. 

"Ahí se invierten las culpas y relaciones de causalidad. Lo que ahí dice no es que él se pone de tal manera sino que es una consecuencia ante una acción. Eso pasa muchísimo y es un chantaje emocional. Muchas veces ante esto las mujeres terminan cediendo a tener relaciones sexuales no porque quieran sino porque se sienten culpables", sostiene Dome.

Ante estos típicos chantajes, muchísimas mujeres acceden a tener relaciones y en ese momento el consentimiento parece existir. "El tema es que muchas ceden porque saben que las consecuencias de no hacerlo son mayores, porque él se enoja, porque 'va a creer que no lo quiero'. Los "No querés coger porque no me querés" o el "¿no te gusto más?", también funcionan como frases que presionan para conseguir el sí", agrega.

Luego de la denuncia de la actriz, las llamadas y denuncias por delitos sexuales en nuestro país aumentaron más de 1200%. Dato que deja reflejado cómo, hablar de estas cosas, debatir, nombrar que existen, ayuda no sólo a visibilizar la problemática sino también a prevenirla. 

"Hay desnaturalizar estas situaciones de violencia y la desnaturalización es un ejercicio consiente. Por un lado interveienen las denuncias públicas de las mujeres que se animan a llevar estas cosas a la Justica, que además antes no llegaban. Por otro lado informarse es clave. Hay terminos que se van creando al calor del debate colectivo. Por ejemplo ahora se habla de 'stealthing', que es la práctica a traves de las cual algunos varones se quitan el preserrvativo sin que la mujer se de cuenta en el medio de una relación sexual. Que tenga nombre ayuda a que empecemos a detectar estas situaciones", indica la especialista. 

El concepto de consentimiento es fundamental en una sociedad que busca ser igualitaria pero, como dijimos antes, es muy complicado de aplicar ya que tiene muchas resistencias. "Hay una frase que vi dando vueltas que dice que los varones no entienden lo del consentimiento hasta que les querés meter el dedo en el ano. Ahí, en ese momento, entienden perfectamente que un no es un no, cuando su cuerpo está en juego", agrega la especialista y finaliza: "Creo que es importante animarnos como feminidades a detectar estas situaciones e intentar hablar de ellas al menos. Podés decir que no en cualquier momento de la relación. Así le estés practicando sexo oral, así ya estés encima de él, podés dceir que no y debe ser respetado porque sino es un delito. Los abusos, aunque sean sutiles o a través de estos chantajes emocionales, tienen consecuencias muy difíciles de dejar atrás. Hay que poner al consentimiento en el centro de todo vinculo sexual. Todo lo que no es consentido, es violencia".