En octubre del año pasado estalló el conflicto entre Electronic Arts y la organización FIFA por la licencia de uno de los juegos más populares del mundo, y de acuerdo a nueva información obtenida por el portal VGC, la relación está prácticamente rota.

VGC accedió a testimonios del CEO de Electronic Arts, Andrew Wilson, durante una reunión interna que se llevó a cabo en noviembre, en la que aseguró que la marca FIFA “significa más como videojuego que como una organización de fútbol” y el acuerdo limita la posibilidad de expandir el juego.

“Al mirar hacia el futuro, queremos hacer crecer la franquicia e, irónicamente, la licencia de la FIFA ha sido un impedimento para eso”, dijo Wilson. “Nuestros jugadores nos dicen que quieren más marcas culturales y comerciales relevantes para ellos en sus mercados, más arraigadas en el juego. Marcas como Nike. Pero debido a que la FIFA tiene una relación con Adidas, no podemos hacer eso”.

Durante la reunión, el ejecutivo también se refirió a las limitaciones que impone en materia de opciones de juego, explicando que los usuarios demandan más modos de juego más allá de los de 11 contra 11, pero la licencia sólo cubre ciertas categorías:

“Los jugadores quieren que no expandamos en el ecosistema digital todavía más, pero la licencia de FIFA nos ha impedido hacer mucho de eso”.

Según su interpretación lo único que reciben de FIFA en los años sin Copa del Mundo son “cuatro letras en el frente de la caja en un mundo en el que la mayoría de la gente ya no ve la caja porque compran el juego en formato digital”, y necesitan un cierto nivel de libertad para ser creativos, innovadores y poder experimentar en el mercado.

Wilson contó que habló con el presidente de la FIFA Gianni Infantino en octubre y le explicó que el conflicto no solo tiene que ver con que no quieren pagar más de lo que consideran que vale la licencia, sino también con la posibilidad de ofrecer buenas experiencias y juegos a los fans con regularidad.

Finalmente puso en duda si van a poder llegar a un acuerdo, y en caso contrario están dispuestos a cambiar el nombre del juego y “tomar el control del ecosistema global” que van a generar.

“Irónicamente es probable que generamos más ganancia, más fanáticos y más aceptación con el tiempo”, concluyó.

En octubre, cuando se conocieron los detalles del acuerdo entre la FIFA y la compañía, se reveló que la organización pretendía 1000 millones de dólares por el uso de la licencia de la copa del Mundo cada cuatro años encima de unos 3000 millones de dólares por los derechos durante la próxima década.

El contrato vigente firmado en 2013 fue por 1500 millones de dólares.

No es casualidad que el 1 de octubre, el mismo día del lanzamiento de FIFA 22, Electronic Arts haya solicitado la marca “EA Sports FC” ante la Oficina de Propiedad Intelectual del Reino Unido y días después hizo lo mismo frente al organismo que corresponde a la Unión Europea.