Después de la compra de Activision Blizzard por casi 70.000 millones de dólares, Phil Spencer, el CEO de Microsoft Gaming, publicó un mensaje en Twitter hablando del futuro de la serie Call of Duty.
"Tuve buenas llamadas esta semana con los líderes de Sony", escribió en su cuenta personal de Twitter. "Confirmé nuestra intención de honrar todos los acuerdos existentes tras la adquisición de Activision Blizzard y nuestro deseo de mantener Call of Duty en PlayStation".
"Sony es una parte importante de nuestra industria", agregó Spencer, "y valoramos nuestra relación".
Call of Duty es una de las franquicias más importantes de la historia del gaming, con lanzamientos anuales que se encuentran siempre entre lo más vendido del año. Por eso, cuando Microsoft anunció la compra de Activision Blizzard, millones de jugadores de PlayStation alrededor del mundo comenzaron a preguntarse si en un futuro podrían jugar Call of Duty en sus consolas.
En el comunicado oficial de la compra Phil Spencer se comprometió a “continuar dándole soporte” a los juegos de Activision Blizzard que se encuentran en otras plataformas, y en una entrevista posterior se dirigió directamente a los usuarios de PlayStation:
“Sólo voy a decirle a los jugadores que están disfrutando juegos de Activision Blizzard en plataformas de Sony: no es nuestra intención sacar a las comunidades de esa plataforma y seguimos comprometidos con eso”.
La propia Sony, quizá en medio del análisis de la estrategia a futuro, sólo respondió a la noticia con un comunicado que dice que espera que Microsoft respete los acuerdos contractuales y continúe asegurando que los juegos de Activision sean multiplataforma.
Por su parte Activision confirmó que no planea dar de baja sus juegos de la tienda de PlayStation, pero ese compromiso aplica a los juegos ya disponibles, y no necesariamente a próximos lanzamientos.
En el pasado Microsoft ya ha mantenido el soporte a juegos disponibles en PlayStation de estudios que adquirió después del lanzamiento. El caso más claro es el de Minecraft, que convive desde hace años en plataformas Xbox, PlayStation y Switch sin problemas y fue desarrollado por Mojang, un estudio que hoy pertenece a Microsoft.
El mismo caso se dio con la compra de Bethesda: Microsoft conservó los juegos de la empresa en la tienda de PlayStation y respetó el acuerdo de exclusividad temporal para Deathloop y Ghostwire: Tokyo firmado un tiempo antes. Sin embargo, seis meses después de confirmada la operación, anunció que Starfield sería un exclusivo de Xbox.
El comunicado de Spencer de hoy por la mañana tiene, además, algunos detalles retóricos a analizar. El ejecutivo habla de “intención” de respetar los acuerdos comerciales, y de “deseo” cuando se refiere a mantener la franquicia Call of Duty en PlayStation, que muchos leen como un elemento de negociación para demostrar la voluntad de la empresa de mantener la franquicia multiplataforma.
Esto último puede tener que ver con la dificultad para recibir una aprobación de los entes reguladores considerando el volumen de mercado que representa Call of Duty y cómo afectaría la competencia una posible exclusividad.
Esta semana un analista habló con el portal Games Radar y dijo que el acuerdo “no está garantizado”, porque no sólo tiene que ser aprobado por la Federal Trade Commission de los Estados Unidos, sino también por sus pares de la Unidad Europea, China y todas las regiones en las que se comercialicen los títulos de Activision Blizzard.
“También debe abordarse el problema de la participación de mercado en el espacio de consolas, el espacio de PC y el espacio móvil. Es probable que el proceso de aprobación sea largo y no esté garantizado", explicó.
Por eso se especula con que Spencer podría estar utilizando Call of Duty como una carta ganadora para negociar con Sony. ¿Y qué podría querer Microsoft? Más de un reportero especializado piensa que el equipo de Xbox estaría interesado en llevar Game Pass a PlayStation 5 e incluir Call of Duty a través del servicio.
Si Sony acepta la propuesta, Microsoft amplía la disponibilidad de Game Pass. Si Sony la rechaza queda como la que se negó a la posibilidad de conservar el juego.
Pero mientras se desarrolla todo este juego de tronos, las ruedas están en movimiento dentro de Microsoft y Activision.
Phil Spencer ya declaró que le gustaría que los estudios, hoy dedicados al desarrollo de Call of Duty exclusivamente, experimenten con algunas de las franquicias de Activision que se encuentran inactivas, que incluyen Guitar Hero, Skylanders y clásicos de Sierra como King’s Quest.
De hecho, según un reporte del portal Bloomberg, varios empleados de alto nivel de Activision estarían debatiendo abandonar el calendario de lanzamientos anuales de Call of Duty. Si bien todavía no hay decisiones tomadas, muchos desarrolladores de la serie creen que lanzar los juegos con una cadencia más lenta va a caer bien entre los jugadores y va a ayudar a reforzar la franquicia.
Se espera que el acuerdo de Microsoft y Activision se complete durante el próximo año fiscal, que comienza en julio de este año y finaliza en junio de 2023.