En enero de este año la ex asistente ejecutiva de Riot Games, Sharon O’Donnell, presentó una demanda contra el CEO del estudio, Nicolo Laurent, por acoso sexual, discriminación de género, y despido injustificado.
O’Donnell ingresó en Riot Games en 2017, y alega que fue despedida sin justificación en julio de 2020 después que Laurent realizara varios avances sexuales.
El CEO la habría invitado a viajar con él e invitado a trabajar juntos en su casa, destacando que su esposa no estaría presente. El texto de la demanda dice que en esa situación Laurent le preguntó si ella “podría manejarlo cuando estuvieran solos en su casa”.
O’Donnell presentó una queja ante el departamento de recursos humanos y a partir de entonces, asegura, Laurent se puso agresivo y hostil con ella, sus tareas y responsabilidades fueron limitadas, y eventualmente fue despedida.
El CEO la habría invitado a viajar con él e invitado a trabajar juntos en su casa, destacando que su esposa no estaría presente.
“[Sharon O’Donnell] considera que con esa conducta Laurent condicionó implícita y explícitamente los beneficios del trabajo y la ausencia de prejuicios laborales en la aceptación de la conducta sexual”, escribió el abogado de la demandante.
También hay acusaciones de comentarios denigrantes vinculados a su género, incluyendo burlas por un supuesto “tono abusivo” y por ser “dura y abrasiva”. O’Donnell dice que el CEO le recomendó que su tono de voz debía ser “más femenino”.
Como consecuencia, la junta directiva de Riot Games contrató a una consultora legal para iniciar una investigación, pero de inmediato cuestionó la acusació de despido injustificado. En un comunicado oficial, un representante de la compañía dijo:
“Clarificamos que esta persona fue despedida después de más de una docena de quejas de empleados y socios externos, y después de múltiples discusiones para intentar solucionar estos problemas”.
Riot Games no es ajena a acusaciones de ambientes de trabajo tóxico, acoso y abuso sexual. En 2018 el portal Kotaku publicó una extensa investigación que daba cuenta del comportamiento inapropiados de varios empleados del sector corporativo y la cultura sexista.
Eso llevó a varios reclamos y movilizaciones de parte de los empleados, que finalmente consiguieron el compromiso de la compañía a realizar cambios internos.
Paradójicamente O’Donnell fue despedida en julio de 2020, el mismo mes que el CEO publicó una carta abierta hablando de las mejoras en la cultura de trabajo y las dificultades de la auditoría interna.
“Esto llega hasta el CEO”, escribió Laurent, explicando que Riot Games tomó el tema con tanta seriedad que le pidió a la junta directiva que lo despidiera si no podía generar cambios reales para el 1 de enero de 2020.