Meghan Markle es una de las tantas personas que se manifestó contra el asesinato de George Floyd. En el marco de las manifestaciones que atraviesan Estados Unidos, la actriz fue la encargada de pronunciar un discurso para los alumnos graduados del Immaculate Heart High School, el instituto de la zona de Los Feliz, en Los Ángeles, California, donde ella estudió.

Comprometida por las causas sociales, Markle se convirtió en la madrina del instituto, y fue la encargada de despedir a los alumnos egresados pese al actual contexto de la pandemia por el nuevo coronavirus.

"Esta última semanas estuve pensando qué decirles en el día de su graduación, y lo que vemos que pasa en nuestro país, en nuestro Estado, en nuestra ciudad, Los Ángeles, es devastador. Y no estaba muy segura de qué contarles, estaba nerviosa. Entonces me doy cuenta de qué equivocado es no decir nada. Porque la vida de George Floyd importaba, y la vida de Breonna Taylor importaba, y la vida de Philando Castile importaba, y la vida de Tamir Rice importaba, también la de tantas otras personas cuyos nombres conocemos, y aquellos cuyos nombres no conocemos", sostuvo la ex protagonista de "Suits" quien difundió sus palabras a Essence, una revista dedicada a las mujeres afroamericanas.

Al continuar, Markle citó las palabras que una profesora le dijo cuando ella se encontraba realizando el voluntariado. "'Recuerda poner las necesidades de los demás por encima de tus propios miedos'. Eso es algo que me acompañó durante el resto de mi vida, y pensé en eso más que nunca esta última semana", les compartió a los jóvenes.

"Así que lo primero que quiero decirles es que lo siento. Siento muchísimo que tengan que crecer en un mundo en el que estas cosas aún suceden", sostuvo, rememorando el tiempo en que ella tenía "11 o 12 años, y era la época de fuertes disturbios en la ciudad, también provocados por un acto de racismo sin sentido". "Recuerdo el toque de queda y volver corriendo a casa, ver caer cenizas del cielo, oliendo y viendo el humo que salía de los edificios, y la gente corriendo. Recuerdo ver hombres en la parte de atrás de una camioneta que llevaban armas, rifles. Recuerdo que llegué a casa y vi un árbol, que siempre había estado allí, completamente carbonizado. Y esos recuerdos no se me quitan", añadió, refiriéndose a los disturbios de abril y mayo de 1992 que dejaron 59 muertos y más de 2300 heridos en la ciudad.

"No puedo imaginarme que con 17 o 18 años, que tienen ustedes ahora, tengan que pasar por otra versión de la misma experiencia. Es algo que deberían comprender pero como una lección de historia, no como una realidad. Igual que estamos viéndolo ahora, desde el sheriff de Michigan al jefe de policía de Virginia", mencionó. 

"Vemos a la gente, a las comunidades, unidas en la solidaridad. Y ustedes van a ser parte de ese movimiento. Ya sé que esta no es la graduación en la que pensaban ni el tipo de celebración que imaginaban pero también sé que lo van a ver no como el final de algo, sino como un comienzo para aprovechar todo el trabajo, los valores y las habilidades de la que juntaron durante los últimos cuatro años", los animó, insitándolos a ser parte del cambio social en solidaridad "de un modo más potente de lo que nunca lo hicieron, porque muchos tienen o están a punto de tener 18 años, así que van a votar".

"Estén preparados, equipados, los necesitamos listos. Estoy orgullosa de llamarlos compañeros exalumnos, y ansiosa por ver qué van a lograr. Sepan que los animo en este camino, que estoy orgullosa de ustedes, y los felicito enormemente desde el día de hoy, el principio del impacto que van a hacer en el mundo los líderes que tanto ansiamos. Gracias por anticipado", cerró.