La 8va temporada de "Chicos Católicos, Apostólicos y Romanos" se las trae y sin dudas, una vez más, será un éxito rotundo. Volvió al escenario con una nueva generación de artistas, más irreverentes y divertidos: Juan Manuel Artaza, Santiago Caamaño, Marco Gianoli, Tomi Munaretto e Imanol Rodriguez.
La historia se compone de una sucesión vertiginosa de conversaciones entre los alumnos, el portero y los maestros de una escuela católica. En ellas se evidencian las dudas, los planteos con respecto a la religión mal entendida, a los pecados, al Cielo, al Infierno, y las preguntas propias de la edad en torno a la sexualidad y otros tabúes que llevan a situaciones propias del teatro del absurdo o del grotesco.
“Es la primera vez que voy a ver la obra del lado de afuera, no como actor ya que participé 7 temporadas de la misma”, comentó Juan Paya, autor de la obra.
Con Filo News estuvimos presentes en la función de prensa que se realizó ayer 14 de marzo en el teatro Picadilly y tanto los actores como el autor de la obra conversaron con nosotros contándonos un poco las internas de cada personaje tanto a nivel laboral, artístico y personal.
"La obra es un absurdo. Particularmente, yo no estoy acostumbrado a hacer pausas en las risas, eso me descoloca un poco, pero me divierto mucho. Creo que me viene bien, es un desafío, un gran aprendizaje", nos contaba Santiago Caamaño, quien interpreta a un niño que tiene una visión inocente del mundo.
Esta comedia logró instalarse y por eso ahora directamente se buscaron actores que tengan mucho talento y no tanto que resuenen por sus nombres: "La búsqueda de estas nuevas caras comenzó en Villa Carlos Paz y continuó en Buenos Aires. En el caso de Juan Manuel Artaza e Imanol Rodríguez llegan siendo los hijos de dos grandes comediantes, lo cual no es un dato menor", aseguró Juan Paya, el autor de la obra.
"Mi pecado capital es la gula, me cuesta mucho controlarme con las comidas pero lo hago porque soy obsesivo con mi cuerpo", dijo Santiago Caamaño, actor.
Nos comentaba además Juan que si bien el guión se mantiene, cambiaron los instrumentos y la impronta que cada actor le da a su personaje, pero en sí la historia está armada y debe respetarse a raja tabla porque funcionó en las 7 temporadas anteriores.
"Estoy muy contento con la nueva generación de actores que se creó", aceptó Juan Paya, autor de la obra.
Otro de los personajes que presenta la obra es el ángel encarnado en la figura del portero, interpretado por Tomi Munaretto quien confesó no estar acostumbrado a realizar teatro de texto: "Fue medio raro, te tenés que apegar al guión". De hecho, su personaje cuenta con un largo monólogo y eso fue lo que más le costó.
"Mi pecado capital es la ira, porque soy muy exigente y apuesto y creo mucho en el trabajo", admitió Juan Paya, autor de la obra.
A pesar de ello, arriba del escenario se refleja el gran trabajo que le dedica cada uno de los actores a sus respectivos personajes. Se los ve apasionados con lo que hacen y orgullosos de sus logros. " Es un camino largo, yo hace 15 años que hago teatro y me formo todo el tiempo", aseveró Santiago.