Eran las diez menos diez y el frío se adueñaba de la noche. Era un miércoles, como cualquier otro, en el barrio porteño de Palermo; los bares comenzaban a abrir, pero algo ocurrió. Charly García y sus amigos estaban por cenar en Weecabeer y la magia ocurrió.
Un piano, Zorrito Von Quintiero y su talento. El músico comenzó a tocar y la garganta de Charly se encendió. Los clásicos de siempre sonaron y retumbaron entre las bocas de los asistentes: su canción se hizo eco y terminó por despertar la noche.
Gorriti y Fitz Roy fueron las calles donde Charly cantó junto a Zorrito a la luz de la luna. El piano, fue testigo de este show íntimo.
¡MIRÁ CÓMO CHARLY CANTÓ Y TOCÓ!