Está de vuelta. Su triunfo ante Rafael Nadal en semifinales demostró que está preparado para volver a los primeros planos, tras lidiar con una lesión en su codo derecho que lo llevó a uno de sus peores momentos como tenista. Y este domingo confirmó lo que se presumía en la previa. Novak Djokovic es el campeón de Wimbledon, tras vencer en la final al sudafricano Kevin Anderson en tres sets: 6-2, 6-2 y 7-6 (3). De esta manera, ganó su cuarto título en el césped londinense y quedó a un título de Grand Slam de un selecto grupo.
El resultado marca lo que fue el trámite del encuentro. Los primeros dos sets fueron un monólogo del serbio, que le quebró en cuatro oportunidades (sobre las cuatro ocasiones que tuvo) el saque de su rival. Lo mejor del sudafricano llegó en el tercer set, emparejó las acciones y hasta tuvo sus oportunidades. Tuvo dos set points en el décimo juego y tres en el duodécimo, pero no pudo aprovecharlos. Y en el tiebreak, "Nole" liquidó el encuentro.
El largo partido ante John Isner de más de seis horas y media en semifinales pareció ser factor de cansancio en los primeros sets para Anderson. No así para Djokovic que tuvo una dura batalla ante Rafael Nadal entre viernes y sábado, que celebra su cuarta conquista en Wimbledon.
Con este resultado, además, el de Belgrado vuelve al top 10 del ranking mundial y llega a 13 títulos de Grand Slam. De esta manera, quedó a uno de Pete Sampras, a cuatro de Nadal y a siete del suizo Roger Federer.