En un encuentro disputado y con un final caliente en Porto Alegre, Lanús cayó 1 a 0 ante Gremio en la ida de la final de la Copa Libertadores, aunque definirá el certamen como local. El gol convertido por Cícero Santos a los 37 minutos de la segunda etapa le dio una mínima ventaja al conjunto brasileño de cara a la vuelta.
El primer choque fue parejo en todo sentido, y el Granate se mostró ordenado en defensa, aunque le costó en ataque. En la segunda etapa, el equipo local empujó alentado por su gente. Sin muchas ideas y a partir de un pelotazo que bajó Jael, Cícero empujó el balón ante la salida de Esteban Andrada y puso el 1 a 0.
El elenco de Jorge Almirón exigió en dos chances claras al arquero Marcelo Grohe, con un remate de Román Martínez y un cabezazo de Diego Braghieri. El central argentino, en tanto, no podrá estar en la vuelta por haber llegado al límite de amarillas.
En el desarrollo del juego, el que más se destacó en el equipo argentino fue Iván Marcone, mientras que exhibieron buenos rendimientos Rolando García Guerreño y Maximiliano Velázquez en el fondo.
El arbitraje volvió a quedar en el centro de la polémica. El chileno Julio Bascuñán tuvo un pésimo desempeño, no cobró un penal claro para Gremio en la última jugada del partido, amonestó insólitamente a Walter Kannemann (quien se perderá la vuelta) y obvió una durísima plancha de Geromel sobre Nicolás Aguirre que podría haber sido expulsión.
El juez de 39 años demostró que no se encuentra a la altura del encuentro que le tocó dirigir, fue manejado y presionado en todo momento tanto por los futbolistas como por los hinchas y tomó decisiones inexplicables en las que se contradijo en varias oportunidades.
A pesar de la derrota, el Grana considera que no todo está perdido: Lanús ya dio vuelta el resultado contra San Lorenzo en cuartos de final y en la épica semifinal ante River, las dos veces en La Fortaleza. ¿Será así en la gran final?
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Gabriel Alejandro Mazzeo Galanti