Naomi Osaka tuvo un debut triunfal en Roland Garros, tras superar a la rumana Patricia Maria Tig por 6-4 y 7-6 (7-4). Sin embargo, no la sacó barata.
Es que la japonesa deberá pagar una multa de 15.000 dólares por negarse a brindar la conferencia de prensa obligatoria tras el partido. Sin embargo, el costo económico no parece ser el mayor problema para la número 2 del mundo, sino las sanciones más graves a las que se expone si sigue manteniendo su postura: desde la organización advirtieron que podría llegar a ser descalificada.
Antes de que se ponga en marcha el Abierto de Francia, la ganadora de cuatro Grand Slam había avisado que no iba a participar de ninguna conferencia de prensa durante el torneo para preservar su "salud mental", argumentando que "a menudo tuve la sensación de que la gente no tiene la menor consideración por la salud mental de los deportistas y eso me choca cada vez que veo una conferencia de prensa en la que participó".
Incluso, se anticipó a una posible sanción: "Espero que el considerable monto con el que seré multada sea destinado a una entidad benéfica de salud mental".
La actitud de la jugadora despertó reacciones en el mundo del tenis. Uno de los que se manifestó al respecto fue Rafael Nadal, quien si bien entendió la postura de la tenista, asegura que los medios fueron los que ayudaron a crecer exponencialmente al deporte. "En parte puedo entenderla, pero está claro que sin los medios que nos dan cobertura cada semana por todo el mundo no seríamos los atletas populares que somos hoy, su trabajo es una parte muy importante dentro de nuestro deporte", aseguró el español.
En la próxima ronda, Osaka se medirá ante la rumana Ana Bogdan. Pero más allá del resultado, el foco estará puesto en si volverá a negarse a hablar con la prensa tras el partido.
"La ira es una falta de comprensión. El cambio incomoda a la gente", escribió la japonesa en su cuenta de Twitter en las últimas horas. ¿Se expondrá a nuevas sanciones? ¿Los organizadores estarán dispuestos a expulsar a la número 2 del mundo?