Tras el retiro de Roger Federel, el español Rafael Nadal fue consultado por su desconsolado llanto por quien fue su máximo rival en sus años en el circuito y reconoció que se le fue "un poquito de las manos", mientras que también destacó su amistad con el suizo.
En este sentido, Rafa comentó: "Soy una persona sensible, cuando ves despedirse a alguien a quien aprecias es difícil no emocionarse. Se me fue un poquito de las manos y lo peor es que cuando me fui a la habitación yo solo, me volví a emocionar. Era difícil que no ocurriera por todo lo que se vivió aquella noche", en diálogo con El Partidazo de COPE.
Ante esta situación, se refirió a los años de competencia entre ellos: "Como todo, tiene sus etapas. Ha sido una relación que desde el principio fue buena y que con el paso de los años se ha fortalecido. Las personas de alguna manera normales aprecian al rival, siempre y cuando el rival sea buena gente. Con los años uno se da cuenta que en lo nuestro se ha vivido algo especia, así lo hemos vivido nosotros y también lo ha percibido así el mundo del tenis".
"Gracias a eso, también algunas personas que no estaban interesadas por el tenis se han interesado por nuestro deporte. Nuestra forma de ver el mundo y la rivalidad en sí ha hecho que nuestra relación personal haya sido probablemente más importante que la profesional", continuó.
Por último, concluyó: "Desde hace algunos años la amistad se ha fortalecido. Por distintos motivos hemos tenido que estar más unidos, más en contacto y gracias a ello hemos hecho cosas buenas, bonitas. Nos entendemos bien, tenemos opiniones distintas en algunos casos como es lógico. Se ha creado un vínculo de amistad que va a perdurar".