Después de la decisión de la Asociación del Fútbol Argentino de jugar en La Bombonera, a través de un pedido especial, desde Perú adoptaron todo tipo de medidas inusuales para evitar cualquier complicación fuera del campo de juego.

Primero fueron los periodistas y ex jugadores en sembrar las sospechas de un arbitraje polémico, luego el propio Ricardo Gareca, entrenador argentino del conjunto rival, tomó medidas drásticas a la hora de los entrenamientos, cerrando las práctica con lonas y reforzando la seguridad de los periodistas.

Ahora, a pocas horas de viajar hacia Argentina, el médico de Perú, junto al cuerpo técnico, decidieron llevar sus propias botellas de agua. "Llevaremos nuestra agua. Antiguamente era casi un hecho frecuente las descomposturas al beber agua de otro país, aunque ahora los hoteles mejoraron en ese sentido. De todas formas, estamos tomando precauciones", remarcó el doctor Jorge Alva.

No es común que en las Eliminatorias sudamericanas se tomen dichos recaudos, por lo que esto molestó en el país tanto a dirigentes como a la gente, por la desconfianza que presenta la delegación, sembrando un ambiente tenso.

Todas estas especulaciones y miedos quedarán a un lado cuando ambos conjuntos se vean las caras en la cancha de Boca Juniors, el próximo 5 de octubre, donde los dirigidos por Sampaoli deberán obtener una victoria que los acerque al Mundial.