Una leyenda del deporte argentino. Roberto De Vicenzo, considerado el mejor golfista argentino de la historia y uno de los deportistas más destacados del país, falleció a los 94 años de edad. Un maestro con todas las letras.
De Vicenzo dejó un legado enorme en el deporte argentino. Su trayectoria lo llevó a poner su nombre en el Salón de la Fama del Golf Mundial. Ganó 231 abiertos y logró quedarse con un Major, el Abierto Británico de 1967.
También es conocida su historia en el Abierto de Augusta de 1968. Llegó al desempate, pero un error de su rival, Tommy Aaron, en su tarjeta que él mismo firmó, lo sacó de la pelea. Como un caballero, se hizo responsable, pese al error del otro golfista. Este hecho siempre lo recordaba con respeto y sin ningún lamento.
Ese era Roberto De Vicenzo. Un señor que, incluso hasta los 90 años, se daba el gusto de jugar unos hoyos en algún campo de golf. Sin embargo, un accidente doméstico contado por su hijo lo habría hecho decaer en su salud.
"Hace poco más de dos meses tuvo un accidente doméstico y se fracturó la cadera. Ese fue el desencadenante. Desde ese entonces, nunca más se recuperó. No se podía levantar de la cama y fue, de a poco, dejando de reconocer a las personas", contó su hijo Eduardo, al canal TN. Según explicó, no habrá velatorio. Será cremado este viernes 2, en el cementerio Iraola, en Hudson.
Se va una gloria del deporte nacional. Seguramente, esté donde esté, seguirá jugando con los palos que lo llevaron a la cima. Y recibirá la ovación que siempre tuvo en vida. Hasta siempre, maestro.