Daniil Medvedev había dado la gran sorpresa de la primera ronda de Wimbledon al derrotar al número 3 del mundo, el suizo Stanislas Wawrinka. Sin embargo, en la segunda ronda, cayó en cinco sets ante el belga Ruben Bemelmans por 6-4, 6-2, 3-6, 2-6 y 6-3.
Este resultado generó la bronca del ruso, que se desquitó con la juez de silla del partido, la portuguesa Mariana Alves. Le arrojó monedas que tenía en su billetera. Un acto escandaloso y por el que podría sufrir una dura sanción.
"Estaba frustrado por la derrota. No tiene sentido lo que hice, pido disculpas", expresó Medvedev, en conferencia de prensa. "Simplemente estaba decepcionado e hice algo absurdo", agregó.
Cabe destacar que durante el quinto set del encuentro, el tenista de 21 años, en reiteradas ocasiones, le pidió al supervisor que Alves fuera sacada del partido. Estas constantes protestas le costaron a Medvedev un punto como castigo.
No es el primer acto de indisciplina de este jugador en un torneo. El año pasado, durante un partido por un challenger, realizó un comentario racista en contra del jugador Donald Young, después de que el juez decidiera un punto en favor del estadounidense.