Entre el desahogo y la emoción: quién fue el protagonista al que Benedetto le dedicó el gol
El delantero Xeneize le dio la victoria a Boca ante Palmeiras en el partido de ida de las semifinales de la Copa Libertadores. La historia del festejo
Darío Benedetto fue el hombre que se llevó la tapa de todos los diarios. Sin embargo, también hubo otro personaje que, aunque pasó más desapercibido, también tuvo su cuota de protagonismo. O por lo menos, fue a quien eligió el goleador de la noche en La Bombonera para festejar su segundo gol, el que coronó la victoria de Boca ante Palmeiras por la ida de la semifinal de la Copa Libertadores.
El Pipa abrió el partido con un gol de cabeza y rápidamente fue "capturado" por sus compañeros para festejar. Pero en el segundo, el que estampó en la red defendida por Weverton tras un exquisito remate desde afuera del área, fue a buscarlo: el delantero corrió hacia el banco de suplentes señalando al kinesiólogo Sergio Brozzi, con quien luego se fundió en un abrazo.
"Fue muy importante en mi recuperación. Hizo de psicólogo, de amigo. En momentos con cara de culo al ir a entrenar, y él se la comía. Estoy muy agradecido por la recuperación que tuve con él. En el primero me olvidé, pero en el segundo por suerte lo pude ir a abrazar", contó Benedetto luego del partido, en relación al papel que jugó el médico durante su recuperación.
Del sufrimiento a la noche soñada
Fueron 339 los que tuvo que tachar Benedetto para volver a convertir un gol. Es que el Pipa tuvo que atravesar nueve meses de recuperación tras romperse los ligamentos cruzados en la rodilla derecha, primero, y luego de una tendinítis aquileana. ¿Quién estuvo horas y horas al lado suyo ayudándolo en su rehabilitación? El kinesiólogo, claro. El mismo que se ganó el abrazo en medio de la euforia.