El Kun Agüero, a fondo: la muerte de Maradona, su infancia en la villa y más
En una entrevista, el delantero dio detalles de cómo se enteró de la muerte de Diego y el pedido que le hizo su hijo. Además, habló de su dura infancia y se refirió a la salida de Lionel Messi de Barcelona.
Recuperado de las lesiones que lo tenían a maltraer, Sergio Agüero está cada vez más cerca de su debut en Barcelona, donde días atrás marcó su primer gol en un amistoso. En vísperas del partido ante Valencia del próximo domingo por la Liga de España, el Kun habló de todo con el periodista Juan Irigoyen en una entrevista con el diario El País: la muerte de Diego Maradona, la salida de Lionel Messi del equipo blaugrana, su infancia en una villa en Quilmes y más.
Cómo vivió la muerte de Maradona
"Mal, muy mal. ¿Cómo lo podía vivir? Tenía partido de Champions ese día. Cuando me enteré, pensé que era mentira, como tantas otras veces. Pero como veía que cada vez lo decía más gente, le pregunté directamente a la mamá de Benjamín (el hijo de 12 años que tiene con Gianinna Maradona). Me acuerdo hasta lo que le pregunté. "¿Es verdad o no?", le escribí. Me contestó que sí".
"Pensaba en mi hijo. En que lo tenía que llamar. Me preocupaba mucho cómo se iba a enterar de la noticia. Cuando pudimos hablar, ya lo sabía por un compañero de colegio. Diego y Benja se llevaban muy bien. Diego era un fenómeno con mi hijo. Y Benja lo amaba. Le pedí a mi hermana que lo fuera a buscar al colegio y que lo intentara distraer. Al día siguiente me escribió: "Papá, quiero ir a verlo". La idea no me gustaba. Tenía miedo de que se quedara con un mal recuerdo. Pero como él quería, lo dejé ir. Fue al velatorio en la Casa Rosada con su madre. Me dijo que le dio un beso y que se puso a llorar. Yo intentaba contenerme para que mi hijo no me viera mal. Fueron días muy difíciles. Al menos, Benja se pudo despedir de su abuelo".
Su llegada a Barcelona y la salida de Messi
"¿Qué jugador no quiere estar en el Barça? Yo te diría que a la mayoría de los futbolistas les gustaría vestir esta camiseta, por más que el Barça esté bien o mal. Llegué con la expectativa de jugar con Leo y de que se armara un buen equipo, que era lo que el club trataba de hacer. Cuando me llamaron pensé: ¿Me da igual lo que me paguen. Me pongo bien y voy a ayudar al equipo en lo que más pueda'".
"Solo te podés considerar titular cuando hacés las cosas bien y ayudás al equipo. Si no, no. Y eso es en lo que pienso. En ayudar al equipo con algún gol cada vez que me toque jugar. Más allá de los cambios que pasaron, que entre ellos está la salida de Leo. Fue un momento de shock. Él estaba muy mal. Cuando me enteré no lo podía creer. Ese sábado lo fui a ver a su casa. Y, por mi personalidad, como no lo veía bien, intentaba hacer que se olvidara de lo que había pasado. Veía que estaba medio apagado y lo intentaba distraer. Le contaba de mi equipo de Esports y las cosas que estábamos haciendo"
Su infancia en la villa Los Eucaliptus de Quilmes
Sobre la última vez que fue a la villa: "Tenía 16 años. Cuando pregunté por los chicos con los que me juntaba, uno estaba muerto, el otro preso, a otro lo buscaba la policía. Chicos de 15 años. Todavía mantengo contacto con algunos de mis amigos. Seguimos hablando, más de 20 años después".
"Escucho a hablar a la gente de las villas y pienso que no tienen ni idea de lo que es. El que está ahí tiene otra vida. Está en su mundo. Hay como un sistema propio, con sus verdulerías, con sus carnicerías y con sus almacenes. Hay de todo. Y todo a un precio asequible para la gente de la villa. El problema es que es muy difícil progresar. Le pasó a mi viejo. Buscaba trabajo y muchas veces no se lo daban cuando decía el lugar en el que vivía. Y eso sigue pasando. Hay gente complicada, también. Claro. Pero también hay mucha, como mis viejos, que son gente de laburo, que quieren lo mejor para ellos y para su familia. Pero parece que quieren que nos quedemos siempre ahí. Que vivamos nuestra vida ahí".
"(Para salir)Tenés que tener talento, sí. Y suerte. Mucha suerte. Necesitás a alguien que te ayude. Yo tenía a mi viejo, que conocía una persona que trabajaba en Independiente. Y todos los años le iba a romper las pelotas para que me hicieran una prueba. Si no hubiese sido por él, no hubiese llegado. He hablado con otros chicos, como Carlos Tévez, y todos vivieron una situación similar. El que vive en la villa tiene que ir a un colegio público. Voy a contar lo que me pasó a mí. No sé cómo es ahora. Cuando pasé a Independiente, el club me mandó a un colegio privado. Tenía 12 años. En el privado estaban haciendo divisiones de tres cifras y yo en el público hacía de una. Imagínese la diferencia. No estaba capacitado para estar ahí. Y me empecé a sentir mal. No me sentía cómodo ni libre. Quería volver a mi lugar, en el que la maestra me entendía. Es una lástima que eso pase. Es una lástima que se tenga que recurrir a colegios privados".
La relación con sus padres
"Le agradecí a los dos. Pero a mi viejo le pregunté por qué me rompía tanto las pelotas. Siempre me decía que jugaba mal. Hasta el día de hoy. A Messi le pasaba lo mismo. Lo hemos hablado. Y nos cagamos de risa. Mi viejo fue muy estricto y buscaba que no me relajara. De grande le pregunté: ¿Che, por qué me cagabas a pedos? ¿Por qué no me dejabas ir a jugar a la pelota? Lo hacía porque se daba cuenta de que yo tenía mucha calidad y que sacaba mucha diferencia. Quería meterme en la cabeza que me encantara el fútbol. Cada vez que me prohibía jugar, a mí más me gustaba jugar a la pelota, más quería ir a entrenar. Hoy cambió mucho todo".
La diferencia con Messi y Cristiano Ronaldo
"Futbolística. Ese talento viene de fábrica. Cristiano es más delantero que Leo. Y lo que tiene él, como todo goleador, es que cuando está con confianza hace goles, goles y goles".
Su vínculo con Guardiola
"Nunca tuve problemas con Guardiola. Jamás discutí con él. Sí tuvimos que aclarar cosas. Cuando llegó, como no nos conocíamos, tuvimos una etapa un poco de tanteo. Los últimos tres años fueron fantásticos. Nada que decir. Es un entrenador que siempre quiere el máximo. Si tiene una idea de partido en la cabeza la hace. Le da lo mismo si tiene que dejar fuera del equipo al que había marcado tres goles en los últimos partidos. Le da lo mismo el nombre del jugador. Salvo que sea Messi. Siempre acepté cuando me tocó jugar y cuando no. Gabriel Jesús, nada más aterrizar en Manchester, empezó a jugar de titular. No dije nada".