Hace exactamente un año, el mundo del fútbol se conmovió con la noticia: Emiliano Sala falleció luego de que el avión que lo trasladaba desde Nantes a Gales cayó en el Canal de la Mancha. Desde allí, se desataron un sinfín de cuestiones que hoy martes 21 de enero, 365 días después de su muerte, siguen sin resolverse.
El hallazgo
Los investigadores confirmaron que la muerte del futbolista se produjo el mismo día de su desaparición, sin embargo, el cuerpo fue encontrado el 3 de febrero, junto a los restos del Piper PA-46 Malibú en el que volaba. Entre medio del accidente y el hallazgo, hubo un conflicto entre la Policía francesa y la inglesa, porque en principio se había dado por terminada la búsqueda pero -finalmente- a partir de la insistencia de la familia de Emiliano (que incluyó una campaña para juntar dinero) se reanudó.
Todavía es un misterio lo que sucedió con el cuerpo del piloto David Ibbotson, ya que no halló con los restos de la avioneta.
Los clubes se patearon (y siguen pateando) la pelota
Sala viajaba hacia Gales para sumarse al Cardiff, que recién acababa de comprar su pase en 17 millones de euros. Tras su muerte, el club galés se negó a pagar el traspaso y argumentó que el futbolista de 28 años todavía debía firmar un contrato revisado para sellar la operación. Desde la otra vereda, el Nantes aseguraron que esa firma ya se había hecho.
La FIFA, en tanto, manifestó que previo a la tragedia había recibido un documento de la Federación Galesa de Fútbol para terminar de completar el fichaje del delantero argentino. Precisamente, de ese dato se agarró la institución francesa para solicitar una intimación al Cardiff para que pague lo adeudado.
¿Cómo está la causa? Todavía se mantiene el ida y vuelta entre ambos clubes, aunque podría haber una sentencia firme no antes de mitad de este 2020.