La Rod Laver Arena de Melbourne Park se quedó en silencio. Un silencio de asombro para muchos, un silencio de tristeza para otros. Novak Djokovic, 6 veces campeón por esas tierras, tuvo su peor tarde en Australia. Fue ante Denis Istomin, n°117 del ránking, que avanzó con un 7-6, 5-7, 2-6, 7-6 y 6-4.
La derrota llegó muy temprano para un tenista que venía de ganar el abierto de Doha en Qatar nada más y nada menos que ante Andy Murray, líder del ránking mundial. El actual nivel tenístico de “Nole” no es de campeón y se notó en la durísima caída en Australia.
Las claves del desastre de Djokovic:
1. El primer game: con su saque, el serbio luchó por terminar el game durante 15 minutos. Su rival dispuso de 6 oportunidades para quebrar, pero no lo logró. Cuando logró finiquitar el juego, festejó como si hubiese ganado el partido. Un adelanto de lo que sufriría el n°2 del mundo.
2. La falta de movilidad y potencia en sus golpes: desde el primer momento, Djokovic pareció cansado, jamás logró asentarse del todo para pegar con firmeza y eso se tradujo en un juego casi a la defensiva. Un crack que, por una tarde, no mostró su maestría.
4. El saque: otro dolor de cabeza para el serbio. Apenas 58% (107 de 185) de primeros saques y 9 doble faltas, una estadística muy extraña para la precisión que suele tener.
5. El nivel del rival: por supuesto, hay que reconocer el temple y el gran partido de Istomin. Djokovic, con todos sus errores, podría haber ganado el encuentro si hubiese tenido enfrente a un tenista que no se aprovechara. Un gran día del uzbeko derribó al gigante.
El serbio no perdía en segunda ronda en un Grand Slam desde Wimbledon 2008, donde cayó ante el ruso Marat Safin. Es su peor resultado en Australia desde 2006 y resignó su corona después de 2 años consecutivos.
Además, Djokovic perdió 1955 puntos para el ránking de la ATP, y le dará mayor ventaja a Andy Murray como n°1, siempre y cuando el británico pueda sostener su rendimiento del año pasado, donde fue finalista.