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Cine y series #x men

La nueva X-Men es el fracaso más grande de la saga y perdería millones

El estreno de Dark Phoenix tuvo la peor recepción en la historia de la franquicia entre la crítica y el público

La nueva X-Men es el fracaso más grande de la saga y perdería millones

Antes de que Marvel Studios lleve a cabo su ambicioso plan de un Universo Cinematográfico de la mano de Disney, hubo otra franquicia que precedió la era dorada de las adaptaciones comiqueras. Los X-Men abrieron la puerta a un mundo de superpoderes en la pantalla grande, pero respaldados por otro de los grandes estudios de Hollywood.

Fox mantuvo los derechos de los mutantes durante años, resistiendo la tentación de una alianza multimillonaria con la competencia que permitiera unir a todos los personajes nacidos en las páginas de Marvel Comics. Pero eso se terminó hace poco, cuando Disney finalmente adquirió Fox luego de arduas negociaciones y agujeros legales, que terminaron con la desaparición de uno de las majors históricas.

Jennifer Lawrence vuelve a ponerse en la piel de Raven (o Mystique), convertida en uno de los personajes más populares de la nueva saga

El estudio dio su último respiro la semana pasada con el estreno de Dark Phoenix, el indigno cierre de una saga que supo mantenerse durante casi veinte años y doce películas. Aunque las entregas de los X-Men siempre fueron muy irregulares a lo largo de ese tiempo, este último título se llevó el unánime rechazo de la crítica y la taquilla.

Con apenas 33 millones de dólares recaudados en su lanzamiento en Estados Unidos, el desempeño en la venta de entradas quedó muy por debajo de lo estimado por el estudio. Esto la convierte en el estreno más flojo de la temporada y el peor para una película de X-Men por un gran margen, casi 20 millones por debajo del lanzamiento de Wolverine en 2003. Además la película también tuvo la peor calificación de la crítica para un título de la franquicia.

Sophie Turner repite el papel que había interpretado Famke Jansen en las primeras películas de la saga a principios del milenio

Dark Phoenix adapta por segunda vez uno de los mejores arcos del cómic de los X-Men, repitiendo el (no tan) fallido intento de 2006 con X-Men: La Batalla Final. En la década pasada, el personaje fue interpretado por Famke Jansen y estuvo presente en las dos primeras películas de la franquicia, desarrollando su relación con el resto del equipo antes de ser poseída por la poderosa fuerza del Fenix. En cambio la protagonista de Dark Phoenix, encarnada por Sophie Turner, tuvo apenas una introducción hace tres años en X-Men Apocalipsis, que fue otra de las películas más flojas de la saga.

El marketing de esta última entrega tampoco ayudó demasiado a su desempeño en taquilla, ya que los trailers anticiparon grandes giros en la trama, como la muerte de uno de sus personajes principales. Esto sumado al momento complicado que atravesaba el estudio durante la producción de la película, que sufrió varias reescrituras y fue postergada en repetidas ocasiones, para terminar estrenando una vez concretada la compra de Fox por parte de Disney.

Sophie Turner junto a Jessica Chastain, cuyo personaje estuvo rodeado de secretismo hasta último momento

Según los expertos, todos estos factores negativos podrían hacer que Dark Phoenix termine perdiendo alrededor de 100 millones de dólares en total. Se estima que el presupuesto de la película y la campaña publicitaria costaron más de $350 millones de dólares y la proyección de ventas mundial no alcanza ni los $300 millones en todo el mundo.

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