Cuando le preguntan por sus orígenes, él mismo se define como hijo de argentinos, de ascendencia Polaca y Rusa, nacido y criado en Londres. En ese orden. Es que sería muy difícil para Miguel Sapochnik identificarse como inglés, cuando tiene una conexión tan fuerte con nuestro país y sus vaivenes políticos, entre ellos la Guerra de Malvinas.
Sus padres emigraron a Inglaterra en 1969 y lo tuvieron en 1974, desde chico le hablaron de la situación en Argentina y eso lo marcó a fuego. No la pasó bien en la escuela porque sabía lo que estaba pasando, pero sus compañeros no le creían. Habla perfecto castellano y estuvo en nuestra Costa Atlántica varios veranos con sus tíos y primos (el escritor y periodista Martín Caparrós es uno de ellos).
Bautizado como Miguel Vicente Rosenberg-Sapochnik, usa sus dos apellidos indistintamente y tiene un largo recorrido en la industria, desde sus días dirigiendo comerciales hace más de veinte años. Fue muralista, trabajó en diseños conceptuales y storyboards, hizo un año en la escuela de cine pero nunca completó sus estudios y decidió dedicarse por completo a la dirección, lo cual lo llevó también a dirigir videoclips durante varios años.
En 2010 hizo su gran debut en pantalla grande con Repo Men, una película de acción futurista protagonizada por Jude Law y Forest Whitaker, que se convirtió en un clásico de culto. Sin embargo, el reconocimiento a nivel internacional le llegó con la dirección del episodio “La Batalla de los bastardos” de Game of Thrones, que además le valió un premio Emmy en esa categoría.
Pero lo que pocos saben es que en 2006 estuvo a punto de dirigir un thriller protagonizado por CeciliaRoth y Ricardo Darín. El film iba a ser una co-producción entre Argentina, España y Reino Unido, basado en la novela mexicana “Rainy, el asesino”. El argumento giraba en torno a un psiquiatra en Buenos Aires, que se obsesionaba por vengar la ejecución de su primo a manos de un oficial británico veinticinco años atrás en la Guerra de Malvinas.
Es la historia de una venganza en vano desencadenada por una guerra en vano.
Al final el proyecto quedó en la nada, pero no sería raro que con el creciente éxito de Sapochnik en televisión lleguen más ofertas para dirigir en cine y probablemente esta producción podría tener una segunda oportunidad.
Mientras tanto, Miguel sigue cosechando reconocimientos por su trabajo en las batallas de Game of Thrones. Incluida la del episodio "Hardhome", donde Jon Snow se enfrentó al Night King, la batalla de Winterfell es la tercera que dirige para la serie. Y la más exigente: filmaron durante 55 días a la intemperie en las peores condiciones climáticas, antes de trasladarse a estudios para completar la producción. También dirigirá el quinto episodio de esta temporada final.