Durante una entrevista con el portal de noticias Reuters el CEO de Disney, Bob Iger, dijo que sería “muy difícil” para la compañía continuar filmando sus películas y series en el estado de Georgia si se pone en efecto la nueva ley que prácticamente prohibiría el aborto legal.

“No veo cómo sería práctico para nosotros continuar filmando allí,” dijo Iger. “Creo que muchas de las personas que trabajan para nosotros no querrían trabajar allí y tendremos que respetar su decisión en ese sentido. En este momento estamos muy atentos a los eventos.”

A finales de marzo la legislatura (controlada por el partido republicano) aprobó una ley que prohíbe el aborto si los doctores pueden detectar un latido de corazón en el feto, algo que sucede alrededor de la sexta semana de embarazo. La ley es controversial porque el latido aparece en muchos casos antes de que la mujer sepa que está embarazada.

La decisión de Disney representaría una pérdida muy significativa para Georgia, que recauda miles de millones de dólares anuales por las filmaciones en diferentes locaciones. Gracias a los incentivos impositivos durante los últimos años el estado ha atraído a muchos de los estudios más importantes de la industria, y películas como Black Panther, Capitán América: Guerra Civil y Avengers: Infinity War se han filmado en Georgia y han contribuido a los más de 2700 millones de dólares y los más de 92 mil trabajos generados allí durante 2017 y 2018.

Iger no es el único que ha plantado posición frente a la decisión del poder ejecutivo local. Aunque la mayoría de los estudios que tienen equipos de producción en Georgia (como WarnerMedia, Sony Pictures o Fox) han decidido no hacer comentarios al respecto, TedSarandos, el jefe de contenido de Netflix, también amenazó con llevar sus producciones a otro lado.

“Tenemos muchas mujeres trabajando en producciones en Georgia cuyos derechos, junto a los de millones más, serán restringidos por esta ley,” dijo el ejecutivo al portal Variety. “Es la razón por la que trabajaremos junto a la ACLU [Unión Americana  de Libertades Civiles] y otras organizaciones para luchar en la corte. Dado que la legislación no ha sido implementada aún, continuaremos filmando allí y apoyando a los socios y artistas que decidan no hacerlo. Si se la implementa, reconsideraremos nuestra inversión en Georgia."

Kristen Wiig y Annie Mumolo, el equipo creativo detrás de la comedia Bridesmaids, decidieron cancelar la filmación de su nueva película, Barb and Star Go to Vista del Mar, por la firma de la ley; y la directora Reed Morano (ganadora de un premio Emmy por su trabajo en The Handmaid’s Tale) anunció que la producción de la serie The Power de Amazon Studios está detenida.

“La decisión colectiva tomada por Sister Pictures y Reed Morano de cancelar la producción de The Power en Georgia es una respuesta directa a la firma de la ‘ley del latido’,” explicó en un comunicado de prensa.

Desde que aprobó un recorte impositivo del 30 por ciento en 2008, Georgia se ha convertido en la nueva meca del cine. Los famosos estudios Pinewood en Atlanta han sido el set de filmación de superproducciones como Black Panther o Los juegos del hambre, mientras que la ciudad de Senoia ha servido como escenario para series como The Walking Dead. 

“No podemos imaginar políticos elegidos por el pueblo que tienen que decirle a sus electores ‘firmé una ley tan nefasta que le quitó miles de millones de dólares a nuestra economía'"

Artistas de todo tipo se han instalado en Atlanta durante los últimos años porque la ciudad se ha convertido en una nueva tierra de oportunidades y la ley también ha puesto en riesgo su propio estilo de vida. “Todos nosotros —los que estamos en Atlanta y formamos parte de la industria— no podemos ir a California y encontrar trabajo. No podemos ir a Nueva York y encontrar trabajo,” dijo una ejecutiva a cargo de varias oficinas de producción que considera que muchos de los trabajadores son daño colateral.

Un grupo de cuarenta actores, en el que se encuentran figuras como Sean Penn, Mia Farrow, Amy Schumer y Alyssa Milano firmaron una carta abierta dirigida al gobernador Brian Kemp en la que le advierten las consecuencias de la ley.

“No podemos imaginar políticos elegidos por el pueblo que tienen que decirle a sus electores ‘firmé una ley tan nefasta que le quitó miles de millones de dólares a nuestra economía’. No es el eslogan de campaña más efectivo, pero estén seguros que lo haremos el suyo si se pone en efecto.”

El boicot de Hollywood contra la ley ha sido criticado por los movimientos conservadores y los legisladores que la aprobaron. “No son de Georgia. No viven en Georgia. No son votantes en Georgia. Vienen a cumplir con un contrato y después se van a su casa,” argumentó el republicano Dominic LaRiccia. 

“No aprobamos la Ley del Latido para impresionar a Hollywood; la aprobamos para proteger a los bebés con corazones que laten,” le dijo a Variety la activista y autora de la ley Janet Porter. “Tantos estados quieren mantener esos corazones latiendo que aquellos que quieren boicotearlos pronto se quedarán sin lugares en los que trabajar.”

“Pronto habrá miles de actores, productores y directores más porque sus vidas son protegidas en lugar de ser asesinados,” concluyó, confirmando que los argumentos estúpidos no conocen fronteras.

Los legisladores republicanos y los conservadores se regodean de su victoria, pero la realidad es que el impacto económico del boicot de Hollywood sería letal para el estado y podría ser suficiente para dar marcha atrás con la ley, como ha sucedido en el pasado. 

En 2016 el estado de Carolina del Norte aprobó la conocida como la “ley del baño”, que impedía a las personas transgénero utilizar el baño que deseasen. Como resultado se cancelaron producciones, conciertos y espectáculos deportivos y se proyectó una pérdida de 3700 millones de dólares durante los siguientes doce años, por lo que la ley fue modificada un año después.

El propio estado de Georgia aprobó ese año una ley de “libertad religiosa” que promovía la discriminación de la comunidad LGBTI, que fue vetada después de que Disney amenazara (como ahora) con llevar sus producciones a otro lado. 

Si el dinero va a seguir moviendo al mundo que al menos lo haga por una buena causa.