En el fútbol podemos darnos el lujo de disfrutar de un fuera de serie al menos una vez por generación: Cruyff, Pelé, Maradona, Messi. Lamentablemente eso no ocurre en lo concerniente a personajes con el potencial de cambiar sustancialmente al mundo o afectar el curso de la historia. 

En este selecto grupo incluiría a un sudafricano con un ego del tamaño de China,  la visión de Da Vinci y la capacidad creadora de Edison. Su nombre es Elon Musk, quien además de ser el protagonista de nuestra historia es el ser humano viviente con el mayor potencial para cambiar nuestro futuro inmediato y, si la suerte lo acompaña, perpetuar la subsistencia de nuestra especie más allá de los horizontes posibles que hoy tenemos por delante. A lo que Musk apunta es a transformar la civilización como la conocemos.

Elon Musk está intentando inventar un futuro, no proporcionar la próxima aplicación.

- Neil Degrasse Tyson

Problemas venideros

Decir que todo está bien en el mundo y que estamos en rumbo directo a nuestro éxito como especie y una sociedad kumbaya como la imaginada por Gene Rodenberry en Star Trek es cuanto menos naif.

Pasemos revista brevemente de algunos de los “problemitas” que tenemos por delante si queremos sobrevivir en éste universo:

1) Las mayores urbes del planeta son tan saludables para vivir en ellas como la superficie de Venus. Bueno, no tanto, pero algo así: tráfico sin control, polución atmosférica, millones de humanos al volante diariamente  (una de las mayores causas de muerte en el mundo).

2) El mundo se está sobrecalentando más rápido que una salchicha de viena en un horno a microondas; por más que lo niegue Donald Trump. El planeta que estamos horneando a fuego rápido es el único que tenemos, el único habitable que conocemos y -hecho no menor-, del que no tenemos forma de irnos cuando la cosa se ponga realmente fea.

Si por esas casualidades nos las arreglamos para no volarnos nuclearmente, hervirnos en efecto invernadero o convertirnos en zombies por una amenaza biológica, quedan aún las posibilidades 3, 4 y 5:

3) Invasión extraterrestre (no le pongo muchas fichas).

4) impacto de asteroide o cometa. Pregúntenle a los dinosaurios cómo les fue...

5) Brote de rayos Gamma. Quizá no les resulte muy familiar, pero es una probabilidad que a medida que pasa el tiempo se acerca a 1.

La razón por la que enumero todas éstas posibilidades es porque Elon Musk no sólo se ocupó de pensar en ellas -como muchos de nosotros hacemos-, sino que está trabajando activamente en encontrarle soluciones lo antes posible -a diferencia del 99.99% de nosotros-. Y en cierta medida, lo está logrando.

Un sudafricano inquieto

Elon Reeve Musk nació el 28 de Junio de 1971 en Pretoria, Sudáfrica. En 1989 emigró a Canadá para evitar el servicio militar y en 1992 se mudó a los Estados Unidos para estudiar Administración y Física en la Universidad de Pennsylvania. Tiempo después partió hacia California para iniciar un doctorado en Física de la Energía en Stanford, para abandonarlo 2 días después cuando fundó su primera empresa, Zip2 Corporation durante el boom de las .com.

Con la venta de Zip2 fundó X.com que finalmente se fusionaría con Confinity, una empresa que tenía un servicio llamado Paypal, nombre que adoptó la empresa en 2001. Paypal es Paypal. Al año siguiente, utilizando los 100 millones de dólares de la venta de Paypal, Musk fundó SpaceX con la idea de desarrollar cohetes.

Un objetivo abiertamente declarado por Musk fue siempre la colonización de Marte y convertir a la humanidad en una especie multi-planetaria. Esta visión le ha valido bastante bullying, hasta que empezó a cerrarle la boca a sus detractores e infundirle cierto temor a toda la industria aeroespacial mundial.

SpaceX creó el Falcon1, cohete que tras numerosos fallos en sus primeros lanzamientos dejó a Musk prácticamente en bancarrota. En el último intento por lanzar el Falcon1, SpaceX alcanzó su primer éxito y el resto de la historia continúa por éste sólo evento.

Una carrera de cohetes

Falcon1 fue rápidamente discontinuado y reemplazado por Falcon9, un cohete de mayor capacidad de carga y que al día de hoy ha registrado 30 aterrizajes, convirtiéndose en el primer lanzador espacial con la capacidad de ser reutilizable. Falcon9 tiene una variante llamada "Heavy" que incrementa dramáticamente la capacidad propulsiva y que posibilita el poner cargas ya nó sólo en órbita terrestre sino también en la órbita de otros cuerpos celestes.

Elon Musk anunció recientemente que con el Falcon9 en su actual grado de desarrollo, comenzaría a enfocarse exclusivamente en el nuevo proyecto de SpaceX, recientemente rebautizado como Starship,  capaz de transportar hasta 100 personas a la superficie de Marte y ser completamente reutilizable. Se espera que las primeras pruebas se realicen a comienzos de 2019 para luego intentar un viaje no tripulado a Marte en 2022 y posteriormente, un primer viaje tripulado en 2024; aunque las predicciones de Musk en cuanto a tiempos muchas veces -sino todas- tienden a derivar hacia la derecha del calendario.

Otros proyectos

Entre los proyectos que tiene en carpeta SpaceX, uno que se destaca es Starlink, una red de 7,518 satélites para proveer servicios globales de banda ancha. En Noviembre de 2018, la FCC (Comisión Federal de Comunicaciones) aprobó una licencia para operarlos.

En 2003 Elon fundó Tesla Motors Inc. En el año 2008, momento en que se desató la crisis económica y financiera y los grandes fabricantes automotrices de los Estados Unidos (excepto Ford) tomaron masivamente bailouts -ayuda económica del gobierno para evitar el colapso de la empresa-, Tesla lanzó su primer producto: el Tesla Roadster, un biplaza eléctrico. Al primer auto salido de la línea de producción se lo puede encontrar hoy en órbita heliocéntrica en los alrededores de Marte. POSTA.

En los años siguientes, Tesla Motors creó el Model S, un sedán de lujo; el Model X, un monovolúmen; recientemente el Model 3, un sedán “económico” y tiene en planes desarrollar un nuevo Roadster, un camión de carga y una pick up.

En el año 2008, a Musk aparentemente le seguía sobrando el tiempo, por lo que fundó SolarCity, que para 2013 era el segundo proveedor de los Estados Unidos en sistemas de energía solar y energías renovables, con la motivación de combatir el calentamiento global. En 2017 se completó GigaFactory, una usina solar el triple de grande que la mayor en existencia en los Estados Unidos. SolarCity fue incorporada como subsidiaria de Tesla en 2016.

En Agosto de 2013, Musk presentó una nueva idea, aunque en un rapto de conciencia, ésta vez se dio cuenta de que estaba un poco corto de tiempo, por lo que las especificaciones técnicas para su sistema de transporte de alta velocidad por medio de túneles de vacío que podían acelerar pods o cápsulas a 1220 km/h (no me sobró el cero) fue entregado a la comunidad mundial para que lo desarrollara quien tuviera los medios -y el tiempo- necesarios. Actualmente hay varios equipos en el mundo trabajando y realizando avances en tecnología HyperLoop. En 2017, aparentemente Musk liberó un par de horas en su calendario y acordó verbalmente con el gobierno estadounidense la creación de un Hyperloop desde New York hasta Washington.

No conforme con Tesla e Hyperloop, en Diciembre de 2016 mientras estaba atorado en el tráfico Elon twitteó: “El tráfico me está volviendo loco. Voy a hacer una máquina para excavar túneles y comenzar a excavar". Nacía The Boring Company. Boring en inglés no sólo significa aburrido sino que también significa “hacer un agujero”. Un genio hasta para nombrar sus empresas.

Traffic is driving me nuts. Am going to build a tunnel boring machine and just start digging...

— Elon Musk (@elonmusk) December 17, 2016

The Boring Company planea excavar una red de túneles con plataformas autónomas capaces de transportar vehículos a alta velocidad a través de ciudades evitando el tráfico. The Boring Company también fabrica lanzallamas para uso civil… porque eso es lo que le piden todos los niños a sus padres para su cumpleaños.

Cómo la semana de Elon Musk tiene 27 días, aún le quedaban un par de días libres para comenzar con dos iniciativas más.

La primera es OpenAI, creada a fines de 2015. Una organización sin fines de lucro con el objetivo de investigar y desarrollar una inteligencia artificial general que sea segura y beneficiosa para la humanidad. Musk es uno de los evangelistas más prominentes en el mundo advirtiendo sobre los riesgos como especie que corremos al desarrollar inteligencias artificiales sin control.

Como aparentemente los proyectos mencionados anteriormente no le parecen lo suficientemente ambiciosos, Elon fundó en 2016 Neuralink, una startup de neurotecnología que apunta a integrar el cerebro humano con inteligencia artificial, creando dispositivos que puedan ser implantados en el cerebro con el propósito eventual de ayudar a los seres humanos a “fusionarse” con el software, no ser relegados por los avances en inteligencia artificial y controlar ésta tecnología.

Es claro que la misión de Elon en éste mundo es evitar las consecuencias de nuestra estupidez, atenuar los efectos de hechos fortuitos que amenacen a nuestra existencia… y transformarnos en cyborgs. No se que tan de acuerdo estoy con el último punto, pero para todo lo demás, cuenta con mi apoyo y admiración.