Los incendios forestales arden alrededor del mundo: el caso de Siberia
No solo en la Amazonia, los incendios arden por todos lados: Alaska, Groenlandia, Islas Canarias... Y la lista sigue. Siberia, por su parte, acaba de experimentar incendios forestales en una escala asombrosa y Rusia está repensando sus políticas ambientales.
Muchos de los incendios forestales provienen de una calidez y sequedad sin precedentes en muchas partes del mundo este año. Y en el caso de la Amazonia, son una señal inequívoca de cómo los humanos estamos modificando radicalmente el planeta.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (Estados Unidos) había informado sobre el julio pasado como el julio más cálido del que se tiene registro. Pero no solo en el hemisferio norte donde están en verano, sino a nivel mundial: los Países Bajos, Alemania y Bélgica establecieron récords de temperatura; París, partes de Polonia, la República Checa y España también experimentaron temperaturas excepcionalmente altas. La actividad humana está cambiando el clima, llevando a algunos bosques a calentarse y secarse.
El caso de Sibera
Un verano inusualmente cálido y seco generó las condiciones propicias para tres meses consecutivos de incendios forestales en el este de Rusia, habiendo quemado una superficie de más de 54.000 km2. Aunque no se trata de la región más poblada —solo habitan allí una cuarta parte de la población rusa— el impacto de los incendios se está extendiendo más allá de la frontera: el humo de las llamas ahora envuelve un área más grande que la Unión Europea y se está moviendo hacia el Ártico, según la Organización Meteorológica Mundial.
The scale of the Siberian wildfires is underlined by this animation of the huge area of the smoke cloud: more than 5 million km². For comparison, the EU is about 4.5 million km² and the contiguous US about 8.1 million km². (Via @anttilip of @IlmaTiede)pic.twitter.com/RDhntqaDEO
Aunque los incendios forestales son un evento habitual en los bosques siberianos, lo que sucede actualmente es muy inusual. Para algunos ambientalistas, la mayor preocupación es que el hollín de los incendios pueda depositarse en el hielo del Ártico y acelerar su derretimiento. Lo que a su vez puede causar una interrupción importante en los ecosistemas locales. "La catástrofe en Siberia no es una catástrofe en Rusia, es una catástrofe ecológica global", dijo Anton Beneslavsky, experto en incendios. "El problema es que estos incendios ocurren cada año y con más intensidad. Anteriormente era un incendio catastrófico al año, ahora son muchos y en diferentes partes del mundo".
El gobierno ruso declaró una emergencia y movilizó a los militares para contener los incendios. Y aunque están trabajando en limitar las llamas, poco pueden hacer para limitar el humo. Por si fuera poco, las regulaciones actuales permiten a las autoridades regionales decidir extinguir un incendio o no dependiendo de si es económicamente viable.
Mientras tanto, el primer ministro Dmitry Medvedev ha ordenado al gobierno examinar esas regulaciones cuando el parlamento se reúna el próximo mes. Un cambio en las políticas podría tener beneficios de largo alcance en la lucha contra el cambio climático.