El Dodge Charger de Toretto es uno de los vehículos de Rápidos y Furiosos más famosos de la saga. Y como ocurre con la mayoría de objetos de valor esconde una historia detrás.
Craig Lieberman, asesor técnico de la película, explica que unas cinco unidades Dodge Charger fueron utilizados en la primera entrega de la saga.
Una de las dudas era si el motor utilizado se trataba de una mecánica real. La mayoría fueron unidades de 1970 modificadas para la acción, a excepción de una que era de 1969.
En una de las escenas más importantes de la película, cuando Toretto enseña por primera vez su creación, se ve en primer plano al Dodge Charger de Toretto con el imponente motor que sobresale del capó.
Este propulsor en cuestión fue cedido por un fabricante, pero solo se usó para esta escena. El resto de escena fueron grabadas con mecánica Mopar V8.
Otra de las escenas más importantes de la película tiene como protagonista nuevamente a Toretto y Charger haciendo willy, como si fuese una bicicleta.
Para llevar a cabo esa escena recurrieron a tanques de nitrógeno, sistema con el que consiguieron que el eje delantero del Charger buscara el cielo, a lo que se le añadió humo.
Dos de las unidades que aparecen en la saga se mantuvieron intactas, siendo actualmente una propiedad de Universal Pictures y otra de un coleccionista privado en Italia.