Más allá de que en los Países Bajos está arraigada la cultura de movilizarse en bicicleta, desde hace años arrastran problemas relacionados a la contaminación y la congestión de tránsito.
Como si funcionara por defecto, las autovías y rutas quedan trabadas a causa de los miles de autos que toman contacto en las horas pico. Además de demoras, estas congestiones generan contaminación.
Desde el 2015 que el gobierno local está tratando de combatir el problema de las emisiones de óxido de nitrógeno. Probaron a través de un programa que estaba destinado a reducir y controlar las partículas contaminantes en los sectores productivos.
Pero eso no parece suficiente y el próximo objetivo es limitar la velocidad en las autovías a 100 km/h.
Sucede que el Consejo de Estado realizó un informe enmendando la política oficial del Gobierno. Allí se explicó que el programa anterior era insuficiente y que no se ajustaba a las leyes de la Unión Europea.
Por ejemplo, si se quería edificar, los constructores tenían que demostrar que no incrementarían el volumen de óxido de nitrógeno en las áreas naturales protegidas del país. Algo prácticamente imposible.
La resolución del Consejo de Estado marcó una suerte de cupo al óxido de nitrógeno. Si el Gobierno deseaba desbloquear la construcción de casas, debía reducir las emisiones en otras áreas ¿A quiénes apuntaron? A los autos y su velocidad.
De esta manera, el gobierno anunció que los límites de velocidad en las autovías del estado serán de 100 km/h a partir de 2020. Pero se aplicará solo entre las 06:00 y 19:00, mientras que en el resto de los horarios podrán circular hasta un máximo de 130 km/h.