XXL Irione: "Descubrí una trampa en el sistema que es la música"
Mano a mano con Julio Leiva, el artista protagoniza una nueva edición de Caja Negra: su historia, la música, la escena actual del hip hop y más en esta nota.
Se llama Juan Manuel Fernandez Maciuk, aunque artísticamente se lo conoce como XXL Irione. Nacido en Wilde, provincia de Buenos Aires, representa uno de los fenómenos más grandes del rap nacional.
"Soy un chabón que siento que la música está para dar, no solo para sumar, sino para dividir, para compartir y dividir. ¿Por qué Irione parece que siempre la re revienta y se queda ahí? Porque la he dividido con toda mi gente y compartí el plato. Porque a mí el hip hop me enseñó a compartir y a dividir, pero me llena grabar con gente que me gusta", dijo el artista en diálogo con Julio Leiva, en una nueva edición de Caja Negra.
Su conexión con el hip hop, según cuenta, comenzó a los 12 años. Cada vez que encontraba alguna película sobre el tema en I-Sat o Space se quedaba a mirarlas, como también los programas de música en Much Music. Fue el graffitero argentino Danilo Caruso quien lo bautizó con nombre de "Irio", mientras que en plaza Medrano lo definieron como "Irione".
"Salíamos a graffitear las paredes cuando no había un solo graffiti en las paredes, una sola firma, y ahora está lleno de los raperos. No había nada. Era difícil", dice y sigue: "Había que ser pícaro para ser rapero en esa época. Ahora cualquier gil es rapero, cualquier boludo con una computadora, googlea y todos hacen freestyle, pero en ese momento tenías que ser pillo. Los raperos caminaban la calle, pero no había nadie rapeando en la calle. Lo que se veía era un chabón de pantalones anchos con un skate en la mano, pelo largo. Y yo con 12 años les preguntaba si les gustaba el rap, se sacaban el walkman y me decían que sí y así hacías la conexión y te daban un flyer con algún evento".
Entre sus temás más exitosos se encuentran "Llamen a la policía", "No me adapto", "Vive o muere" o "Libre y salvaje". El artista derribó prejuicios y marcó el camino de toda una generación cuando el sonido de la rebeldía y la disconformidad estaba asociado muchísimo más al rock.
"Cuando El Quinto Escalón se estaba formando, yo estaba cerrando giras por todo el país, firmando autógrafos y me sacaban en custodia. Que la prensa no se haya enterado es porque nosotros somos como Luzbelito. Hay muchos artistas que venimos dando giras y firmando autógrafos por todo el país y llenando lugares, en Mendoza llené cuatro veces y nadie se enteró. Las views se compran, no es como en 2017. Cuando se metieron las multinacionales y las discográficas, ya se compran las views", dice.
Sin embargo el camino no fue fácil: "Mi mamá se iba a las 7 de la mañana y volvía a las 10 de la noche, por motivos personales de familia, mis padres separados y mucho bondi, cosas de ellos que siempre quedaban pegados los pibes, uno lo aprende cuando es grande. En el momento con mi hermana la re sufrimos. No sé si faltó un plato de comida, porque mi viejo se deslomaba laburando, es un obrero, y mi mamá psicóloga con doble laburo. 400 pesos al mes ganaba", recuerda.
Luego sigue: "Esto era en un Palermo que era clase media, media baja, después nos rajaron a todos. Cuando se empezó a chetizar Palermo, nos rajaron a todos y no podíamos vivir más y nos fuimos. Ahí aproveché mucho a curtir la movida under de Buenos Aires, vivía en la calle, me la pasaba en la calle desde los 8 años. Vendía flores en los semáforos".
Se convirtió en el primer rapero argentino en recibir el botón de plata de YouTubepor alcanzar los 250 mil suscriptores en la plataforma. Paralelamente trabaja como obrero en una central termoeléctrica: "Laburo de casco amarillo y mameluco. Después firmo autógrafos también. Ahí se reparte Juan Manuel entre la vida música y la fábrica, no sé hasta dónde, veremos", indica y continúa: "A mí no se me caen los anillos, si tengo que salir a laburar, laburo. Eso es lo que falta en el hip hop también, humildad".
En 2016 sufrió una de las peores crisis de su vida, ya que tuvo que ser hospitalizado por trastorno obsesivo compulsivo y ansiedad: "Pasé de ser una persona desconocida, a ser un chabón que me pedían fotos en todos lados, a sacarme en patrulleros de lugares, a caminar por la fábrica con el carrito y mis compañeros pidiéndome fotos".
El grupo de hip-hop estadounidense “Cypress Hill” lo eligió para abrir su show el en Museum Live, como parte del sideshow del Personal Fest en 2018. Su último tema fue “Mood Irione”, presentado a principios de este año, en el cual sampleó a Tupac Shakur.
"Tupac es Maradona para mí. Entendí muchas cosas a través de Tupac, cuando yo me estaba desenamorando del hip hop porque creía que todo pasaba a ser brillo, cadenas y canciones prefabricadas para hacer views en youtube, Tupac me volvió a enamorar del hip hop, las letras, la poesía, la denuncia. Tupac no era un chabón que se levantaba la remera y decía ‘Thug Life’, no era eso, era mucho más profundo. Su madre, su familia, hoy día hasta intercambié palabras con la hermana, con amigos de él. He podido conectar desde muy cerca y tenía que irme allá para sentirlo y volví recontra enamorado y me dije ‘esto es lo que quiero’ y ahí me decidí", confiesa.
Entre los artistas que destaca en la actualidad se encuentra L-gante, dueño del éxito del verano que interpreta junto a Papu DJ. Según cuenta, se siente identificado con él como también con El Melli de Fuerte Apache, "cuando suena rap callejero autóctono".
A sus 35 años, ¿cómo ve la escena urbana? "Yo he apoyado a todos los pibes, reconozco cuando el talento es bueno. Como digo que Lit Killah como freestyler es una bestia, siempre lo dije, mejor que Duki. El doble tempo de ese pibe es una locura, ahora como música no lo escucho. Siempre tuve la mejor con todos, pero saben que estoy medio loco, loco bien, con respeto, pero tengo mi forma, soy así y no me puedo callar. No los escucho, al único que empecé a escuchar un poco es a Wos, porque fue imposible no escucharlo porque lo pusieron en todos lados. A Duki estoy a veces cerca de lo que hace, me agrada su música, me gusta, hay canciones muy lindas. Reconozco cuando la obra está bien hecha. Con Acru todo bien, me parece un gran rapero, gran escritor, pero no conecto, ¿qué querés que te diga?", dice.
"Esta nueva generación vino a enseñarnos cómo manejarnos. Eso es lo que valoro de todos los pibes, de Acru, Duki, Wos, de todos, son pibes que vinieron a enseñarnos y hay que tener humildad, por eso ya me mantuve, de aprender de ellos. Dentro de un estudio y en la calle también, porque se manejan de otra manera, es otra generación, los pibes tienen otros código", agrega.
Según revela, el cantante haría a futuro una sesión con Bizarrap, a quien define como uno de "los mejores productores actuales". "La escena no creo que esté en deuda conmigo. Sí por ahí hoy me siento un poco más reconocido, querido, mimado, pero yo también estoy en carrera y no quiero que me tengan piedad porque soy bicho igual que cualquiera", afirma y agrega: "Yo soy un artista que si hice reggaetón no fue para tener views, lo hice para divertirme, lo escuchan en mi barrio y los pibes del barrio me lo piden. Me molesta un poco el monopolio que se armó, siento que ya no es parte de la cultura el freestyle, siento que es un deporte y no sé si está bueno".
La música es su motor y su impulso a seguir adelante. Como resume: "Descubrí una trampa en el sistema, que era la música y descubrí que el arte te saca la monotonía de los días y la música te salva de muchos rincones feos".
Hacia el final de la entrevista se abre la caja. Comienza un desafío inesperado. Semana a semana una figura se someterá al living para dialogar y reflexionar. Y vos, ¿te animás a recordar qué momento hizo un click en tu vida?