Héctor Timerman explicó que el Memorándum de Entendimiento con Irán tenía el objetivo de destrabar una investigación que no avanzaba y que jamás se negoció en términos de comercio ni se pidió que se levantaran las alertas rojas.
Sobre el ex Canciller recae la prisión preventiva que, por motivos de salud, cumple de forma domiciliaria. Esta medida fue ordenada el jueves por el juez Claudio Bonadío, por "traición a la Patria" por haber firmado el Memorándum de Entendimiento con Irán en el marco de la causa que investiga el atentado a la AMIA.
Timerman explicó que "la derecha internacional utiliza el caso. No les importa un juicio ni que se sepa la verdad. Nuestro criterio, innegociable, siempre fue que tiene que haber un juicio, más aún teniendo en cuento lo que nosotros vivimos durante la dictadura".
Respecto al memorándum, Timerman recordó que el objetivo del acuerdo fue "destrabar una causa que no podía avanzar. Estaban los que pretendían que los imputados tomen un avión y vengan a entregarse. Eso no ocurrió en 19 años. Cristina me insistía en buscar alternativas y una posible era que el juez viajara a Teherán a tomar las declaraciones. En eso puso el acento la Presidenta".
E indicó que al aceptar el inicio del diálogo, se generó "el enojo de la derecha internacional". "Los fondos buitres, la derecha norteamericana e israelí siguen insistiendo en que fue Irán quién cometió el atentado, pero no permiten que dictamine la justicia. Y así estamos hace 23 años".
"En ningún documento, ni uno solo, figura alguna palabra que indique que se negociaba alguna otra cosa fuera del caso AMIA. Nunca, jamás, se mencionaron las palabras petróleo o energía o finanzas. Todo estaba centrado en el tema AMIA".
Según Bonadío, el memorándum era una pantalla para lograr que Interpol levantara las alertas rojas que pesan sobre los acusados iraníes. Sin embargo, Timerman explicó que "Interpol fue uno de los auspiciantes del diálogo. Al norteamericano Ronald Noble, secretario general de Interpol, lo conoció antes Alberto Nisman que yo. Nisman mantenía un contacto permanente".
"Cuando yo le conté que íbamos a dialogar, él vio la iniciativa con entusiasmo y le dije: “mire que lo importante que tengo para sostener una negociación es la sanción que implican las alertas rojas”. El me dijo: “Quédese tranquilo, no va a haber ningún cambio”".