Todas aquellas personas que padecen trastorno del espectro autista (TEA) tienen hipersensibilidad auditiva y por eso sufren con los fuegos artificiales. Los festejos durante la madrugada de Navidad y de Años Nuevo para muchos son un verdadero infierno.
Nicolás, oriundo de San Juan, tiene 24 años, es autista y la pirotecnia casi lo mata. La madrugada del 25 debió ser internado por culpa de los estruendos de los petardos que se arrojaron.
Para él y su familia, Noche Buena no significó alegría y festejos. En Argentina no hay restricciones para la venta de pirotecnia y el joven sufrió convulsiones por las cuales debió ser internado en Navidad.
Su mamá, Delia Mercedes Sanchez, compartió en su Facebook la foto de Nicolás en el hospital para concientizar sobre el daño que les hace y la foto se viralizó: "Mi hijo es un joven AUTISTA y él no entiende estos sonidos...que sólo son explosiones cerca de él", escribió.
Ahora la familia espera que la cantidad de estruendos y pirotecnia se reduzca para Año Nuevo.