Se cumplen 10 años de la misteriosa desaparición de Maddie
La foto de Madeleine McCann recorrió todas las portadas de los diarios del mundo. Investigadores privados, policías y muchas hipótesis no pudieron contestar la eterna pregunta: ¿Qué paso con Maddie?
Hace 10 años en Praia da Luz -Portugal-, Kate y Gerry McCann, decidieron cenar junto a sus amigos en un restaurant cercano al departamento del complejo "Ocean Club", donde disfrutaban de sus vacaciones familiares.
Sus pequeños hijos, Maddie (3) y los gemelos (2), dormían en la habitación del hotel sin la supervisión de ningún adulto. Sin embargo, nada hizo suponer al matrimonio McCann, que esa noche era la última vez que verían a su hija de 3 años.
Cuando volvieron al departamento, la nena de enormes ojos azules ya no estaba y nadie sabía de ella. La primera sospecha fue que alguien había entrado a la habitación llevándose por la fuerza a Maddie. Pero las personas que estaban esa noche en el hotel no habían visto nada raro.
La falta de pruebas fehacientes derivó en un sinnúmero de hipótesis, que aún hoy no logran esclarecer el caso. Todas las investigaciones generaron más preguntas que respuestas. Ni los rastrillajes que se realizaron en las inmediaciones del lugar, ni los testimonios que se recolectaron esa fatídica noche, dejaron alguna prueba para llegar a la verdad.
Para sumarle más dramatismo al incierto escenario, sólo un año después de la misteriosa desaparición, la policía portuguesa dio por cerrada la investigación por falta de pruebas. Sin embargo, los McCann no se quedaron de brazos cruzados y pidieron a la policía de su país que investigara el caso. Así, lograron que la policía británica, estuviera dos años analizando las pruebas que habían recopilado sus colegas portugueses y, recién en julio del 2013, decidieron abrir su propia investigación.
Sin embargo, en toda esta década sin Maddie el caso continúa repleto de dudas. En 10 años, los investigadores analizaron más de 40.000 documentos, realizaron nuevos rastrillajes, entrevistaron al personal del hotel, a los vecinos y nadie vio ni escuchó nada.
Los más de 600 sospechosos incluyeron hasta los propios padres de Maddie. La hipótesis que los tuvo bajo la lupa de los investigadores, fue que la nena habría muerto accidentalmente y sus padres, en un acto de desesperación, habrían decidido desechar el cuerpo para no quedar incriminados. Pero la presunta culpabilidad de los McCann tampoco pudo ser comprobada.
Kate y Gerry McCann, fueron objeto de acusaciones y cuestionamientos por haber dejado solos a sus tres pequeños hijos en la habitación del hotel donde desapareció Maddie. Sin embargo, desde su desaparición ambos lucharon incansablemente porque el caso no quedara en el olvido.
Investigaciones privadas, denuncias, marchas, actos conmemorativos y hasta una página web, donde aportar datos sobre la pequeña McCann, son solo algunas muestras de la lucha de estos padres que sueñan con reencontrarse con su hija.
En los últimos días, dos nuevas informaciones volvieron a poner en primera plana el caso. Por primera vez, habló la última niñera que estaba en el resort portugués. Sin querer identificarse, dio detalles del estado de los padres la noche en que no se supo más nada de Maddie.
La niñera aseguró que la mamá y el papá de Maddie estaban devastados y desesperados: "Ella lloraba, pero casi en un estado catatónico. Y Gerry estaba muy angustiado. Eso es lo que recuerdo de él, buscando debajo de los automóviles. No puedo olvidar eso" También cuestionó el accionar de la policía del lugar y recordó que el hotel estaba en una zona muy insegura.
En contraposición, Gonçalo Amaral, jefe de investigaciones de la policía portuguesa, está convencido de la culpabilidad de los padres. En su opinión, la nena habría muerto de manera accidental y ellos habría decidido desechar el cuerpo. Sus dichos ya habían enojado a los padres de Meddie, quienes le habían iniciado un juicio por el delito de difamación, pero en enero de este año fue absuelto.
En declaraciones a un medio portugués, el investigador y autor de “Maddie, la verdad de la mentira”, sostuvó que Kate y Gerry McCann, estuvieron involucrados en la muerte y para ocultar lo sucedido habrían cremado el cuerpo de la menor en una iglesia cercana al complejo Praia Da Luz.
Según la hipótesis de Amaral, después de la presunta muerte de Maddie: "Tres personas ingresaron a la iglesia por una puerta lateral en la noche. Tenían una caja y se realizó una cremación de una mujer británica. Es posible que los restos de la niña hayan estado en la caja y también hayan sido cremados".
El investigador agregó que los McCann tenían las llaves de la iglesia donde habrían ocurrido los hechos, un dato no menor para el curso de la investigación. Sin embargo, el comandante de Scotland Yard, Mark Rowley, también se pronunció sobre el caso.
Rowley aseguró que hay una línea de investigación "con la que merece la pena seguir buscando". Además, afirmó que esta investigación son de "gran interés" tanto para el equipo británico como el portugués. En declaraciones a la prensa, el comandante no quiso ahondar sobre el tema al considerar que una posible filtración en los medios podría entorpecer la investigación.
Sin renunciar a su búsqueda, los McCann están convencidos de que su hija está en manos del secuestrador que la robó de su cama hace una década. En el décimo aniversario de su desaparición, sus padres escribieron una extensa carta sobre la labor de la policía, las agresiones de las que son víctimas por parte de los medios y de algunos personas que los siguen señalando como los autores de un crimen que tampoco se pudo comprobar.
Inmersos en el dolor pero sin desistir en su inagotable lucha, el matrimonio McCann agradeció el amor que reciben de muchas partes del mundo. Asimismo, resaltaron "la perseverancia y la gratitud" en estos diez años y aseguraron: "Seguiremos adelante, haremos todo lo posible, nunca nos rendiremos y haremos lo mejor en la vida que tenemos".