Reclamo de justicia, a un año de la explosión de la escuela de Moreno
Docentes, alumnos, vecinos de la zona y familiares de Sandra Calamano y Ruben Rodríguez, las víctimas de aquella explosión, marchan al Consejo Escolar local. A la tarde lo harán desde el Congreso.
"No fue una tragedia, fue un asesinato", insisten los docentes de la escuela número 49 Nicolás Avellaneda de Moreno, a un año de la explosión que generó la muerte de la vicedirectora Sandra Calamano, de 48 años, y el auxiliar Rubén Rodríguez, de 45.
El estallido, además de las 2 muertes, causó graves destrozos en el edificio de la escuela que permaneció cerrada por refacciones durante meses, así como la mayoría de los edificios escolares de ese distrito.
A las 8.06, hora en la que se produjo la explosión, mientras en la escuela preparaban el desayuno para los alumnos, sonó una sirena y comenzó una multitudinaria marcha que llegó a la Plaza Carlos Fuentealba y luego hasta el Consejo Escolar de Moreno.
Por la tarde, el gremio Suteba convocó a una Marcha de Antorchas que partirá a las 18 desde el Congreso de la Nación y llegará hasta la Casa de la Provincia de Buenos Aires.
Las críticas de los docentes están puestas en la gestión de la gobernadora María Eugenia Vidal, ya que el Consejo Escolar de ese distrito estaba intervenido desde siete meses antes de aquella trágica mañana, a cargo de Sebastián Nasif.
Un año después, "hay 40 escuelas que todavía siguen sin calefacción por problemas de gas, calderas o aires acondicionados. En el resto, la situación es variada: hay obras que están bien hechas pero hay otras que se hicieron con muy mala calidad y ya están sufriendo las consecuencias”, detalló Mariana Cattaneo, secretaria de Suteba Moreno.
La explosión estuvo provocada por una pérdida de gas que ya había sido denunciada por el personal de la escuela. El día anterior, el Consejo Escolar había enviado a un gasista a revisar las instalaciones. El técnico, según suponen los investigadores, olvidó cerrar la llave de gas.
Por eso, aquel 2 de agosto, al notar que el olor persistía, la vicedirectora llamó desde su celular al gasista Cristian Ricobene mientras abría "la salita de cambio de funciones", según consta en el expediente judicial.
En ese momento se produjo el estallido –producto del ingreso de oxigeno dentro del recinto, donde yacía acumulado una importante cantidad de gas propano-butano, resultando el punto de ignición una chispa proveniente del motor y/o rotor del ventilador ubicado dentro del aula siniestrada (amurado a la pared) el cual se encontraba en posición de encendido (punto 3 – máximo), a consecuencia de lo cual mueren Sandra Cristina Calamano y Rubén Orlando Rodríguez.
Sin gas = sin cocina caliente ni calefacción
Los gremios docentes advierten que en Moreno, a un año de la explosión, muchas escuelas aún siguen en problemas. Estiman que son aún 40 los establecimientos sin gas y en consecuencia sin calefacción y con muchas deficiencias en el servicio alimentario escolar.
Al no tener las cocinas habilitadas desde hace un año, "a las escuelas llegan sandwichs de paleta y queso de malísima calidad o galletitas y juguitos". A eso, explican los docentes, "le llaman servicio de listo consumo, y muchas secundarias reciben frutas en mal estado ypaquetes de galletitas de 2 unidades de 18 gramos".