La monja japonesa Kosaka Kumiko fue trasladada a los tribunales de Mendoza, acusada de abusos sexuales y golpes a chicos hipoacúsicos internados en el colegio religioso Antonio Próvolo de Mendoza.
La mujer fue imputada después de tres denuncias realizadas a partir de testimonios de chicos violados. El fiscal Gustavo Stroppiana lo decidió después de que los menores declararan asistidos por intérpretes de señas y psicólogos.
"Soy inocente. No sabía de los abusos. Soy una persona buena que ha entregado su vida a Dios”, dijo Kumiko, que será llevada a una cárcel de mujeres.
Una de las víctimas declaró que había sido abusada repetidamente hace más de una década, mientras que otra explicó que la mandaban con el cura Horacio Corbacho para que fuera violada. Este último también se encuentra detenido.
La mujer estuvo prófuga durante más de un mes y se entregó el martes pasado en la Ciudad de Buenos Aires. Además de Kumiko se encuentran detenidos dos curas y tres empleados del colegio Próvolo. El cura italiano Nicolás Corradi, de 82 años, acumula denuncias por abuso sexual desde 1984 en su país de origen.