Es una constante que cuando los dirigentes políticos están en la oposición estén de acuerdo con cosas que critican cuando son gobierno y los paros generales son una muestra cabal de ello.
Cuando el PRO solo gobernaba la Ciudad de Buenos Aires y todavía no se imaginaba tener a cargo la provincia de Buenos Aires, CABA y Nación tenía una postura diferente sobre los paros que los gremios le hacían al gobierno de Cristina Kirchner por el Impuesto a las Ganancias.
Mauricio Macri por ejemplo escribía el 22 de junio de 2012 que el paro del miércoles 27 era "un llamado de atención para la Presidenta" y cinco meses después, el 19 de noviembre cuando volvieron a parar contra el gobierno de CFK, el ahora presidente dijo que "hay que escuchar los mensajes del paro y el 8N".
Rogelio Frigerio, por su parte, escribía sobre el anteriormente mencionado paro de noviembre de 2012 que el mismo era 'legítimo' ya que el gobierno kirchnerista "le cobra ganancias + impuesto inflacionario a los trabajadores".
A su vez, consideraba que la medida de fuerza "es la única forma que encontraron para despertar a un gobierno que niega los problemas sistemáticamente".
Mientras tanto, María Eugenia Vidal consideraba que a pesar de que no adhería al paro "apoyamos los reclamos d los trabajadores. Es un nuevo mensaje para el gobierno nacional. Ojala escuche".
Una de las pocas dirigentes que ahora se encuentra en el oficialismo y tampoco apoyaba los paros cuando era oposición es Patricia Bullrich. La ministra de Seguridad decía en 2014: "Yo no paro. No encuentro sentido al paro general y sin transporte, algunos deciden por muchos".