En los últimos días, los boletines informativos diarios del Ministerio de Salud de la Nación evidenciaron que un alto porcentaje de los contagios registrados por día se concentraron en la Ciudad de Buenos Aires. ¿Qué factores influyen para que la Capital se ubique como foco del brote del coronavirus en nuestro país?
Hoy en día la Ciudad registra 3171 contagiados, seguido por la Provincia de Buenos Aires con 2666 y, en tercer lugar, Chaco con 578.
Según lo informado por el último Boletín Epidemiológico Semanal del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, en las primeras semanas predominaron los casos importados. En la segunda semana epidemiológica, se inició la transmisión por contactos. A partir de la tercera semana, se observaron casos de transmisión comunitaria y desde la semana 13 se comenzaron a visualizar una mayor proporción de casos en trabajadores de la salud.
Los casos confirmados en los últimos días presentan una tendencia en aumento. Esto se relacionaría con el incremento de casos en instituciones semi-cerradas y agrupamientos de casos en barrios específicos de la ciudad.
El aumento de casos confirmados a partir del 5 de mayo, está relacionado con la búsqueda activa de casos en los operativos realizados en los barrios Padre Mugica (ex Villa 31) y Padre Rodolfo Ricciardelli (ex Villa 1-11-14). Así, los barrios de Retiro y Flores concentran el 48% de los casos confirmados de COVID-19 de la Ciudad.
El Ministerio de Salud de la Nación lanzó el 5 de mayo el programa Detectar (Dispositivo Estratégico de Testeo para Coronavirus en Terreno de Argentina) con el objetivo de testear casos sospechosos de, en un principio, dos de los barrios populares más afectados del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
Retiro es la zona que acapara la mayor cantidad de casos y uno de los motivos más importantes y preocupantes para quienes lo habitan es la presencia del barrio Mugica. A pesar que existe una concentración de testeos en ese territorio que, en consecuencia, eleva el número total de casos positivos, el dato de la cantidad de casos por 100 mil habitantes permite dimensionar el riesgo latente: Retiro casi quintuplica la tasa con respecto a Flores, que se ubica en el segundo lugar en este muestreo.
El aspecto más preocupante de los altos índices de casos positivos de COVID-19 en los barrios populares está relacionado con las condiciones de vida y el hacinamiento crítico que se registra. Además, existe un alto porcentaje de trabajadores y trabajadoras informales a quienes les resulta extremadamente difícil mantener el aislamiento social, preventivo y obligatorio ya que los limita de las ganancias diarias que genera para subsistir día a día.
Por su parte, Flores explica sus números elevados con respecto al resto de las comunas de la Ciudad tanto por la presencia del barrio 1-11-14 como por la alta concentración de geriátricos que se ubican en la zona.
Si bien la mayor cantidad absoluta de casos se encuentra en los grupos de 20 a 39 años, la población más afectada en términos de tasas corresponde a los mayores de 80.
El ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, explicó que el aumento de casos en la Ciudad corresponde a dos factores: El primero está centrado en que existe una “evolución natural de la curva”; mientras que el segundo, corresponde al tipo de testeos que están llevando a cabo.
En esa línea, el Gobierno porteño está yendo a la búsqueda de los casos “puerta por puerta”. Esto significa que hay una rastreo activo de las personas que conviven y de los contactos estrechos de los enfermos. Esto llevó a la duplicación de testeos en la Ciudad y se diagnosticaron casos “que no todos son de la curva original, sino algunos son casos muy leves que hubieran pasado desapercibidos si no los hubiéramos ido a buscar”, explicó Quirós.
Por su parte, la Ciudad no está haciendo rastreo de contactos (personas con las que alguien con test positivo tuvo contacto en las 48/72 horas anteriores) como se hace en las provincias que lograron aplastar la curva (Córdoba, Jujuy, Santa Fé), llevando los casos a casi.
Así, al ir aumentando la movilidad de las personas desde fines de abril, ya sea por flexibilización de medidas o por motus propio de las personas, CABA está fallando en detectar casos y aislarlos (además de no hacer rastreo de contactos).
Es indudable que a medida que pasen las semanas, la Ciudad concentrará cada vez más casos ya sea por alta densidad poblacional, por sus estrategias de testeos y por sus flexibilizaciones en el aislamiento. Por lo tanto, sería coherente asumir la convivencia con medidas más estrictas que el resto de las jurisdicciones del país, por lo menos hasta que exista una palabra autorizada que entienda que el brote está contenido.