Un sismo de magnitud 7,7 sacudió la costa este de Rusia durante la noche del lunes 17 de julio. Según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), el fenómeno provocó que las autoridades activan una alerta de tsunami en partes del Pacífico.
Sin embargo, el Centro de Alertas de Tsunamis del Pacífico levantó ese pronóstico minutos después, diciendo que no esperaba "un tsunami destructivo en todo el Pacífico". Además, agregó que no había amenaza para Hawái.
"Fluctuaciones menores del nivel del mar pueden ocurrir en algunas áreas costeras cercanas al terremoto en las próximas horas", especificó el centro
Inicialmente, se había pronosticado que las olas no superarían los 0,3 metros sobre el nivel normal del área entre Rusia y el archipiélago estadounidense de Hawái.