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#MeToo: la campaña feminista que llegó hasta China para sacar a la luz casos de abuso sexual

En medio de un cambio de paradigmas, cada vez más mujeres se animan a denunciar acosos y abusos sexuales. Ahora, China también se suma a la extensa lista de países denunciantes
#MeToo: la campaña feminista que llegó hasta China para sacar a la luz casos de abuso sexual

Se acabó lo que se daba. Las mujeres se cansaron de naturalizar ciertas prácticas dentro de una sociedad machista y por eso, cada vez más mujeres juntan el coraje para denunciar a sus victimarios. 

El comienzo del fin: Hollywood contra los abusos

Harvey Weinstein nuevamente acusado por abuso sexual |
Harvey Weinstein acusado por abuso sexual | Foto: EFE

Fue en octubre de 2017 cuando 82 víctimas alzaron su voz contra uno de los productores y ejecutivos más importantes de la industria de Hollywood, Harvey Weinstein, diciéndole "no" a sus abusos de autoridad ejecutado a través de acoso permanente, abusos sexuales y hasta violaciones.

A partir del artículo publicado por The New York Times, el tema se logró imponer en la agenda a nivel mundial y a partir de allí surgieron varias campañas en redes sociales para visibilizar esta problemática que hasta el momento era silenciosa.

#NoEsNo, #MeToo, #YoTambien, #balanceTonPorc, #QuellaVoltaChe fueron algunas de las consignas que se plantearon para denunciar en redes, y mostrar que las mujeres denunciantes no están solas sino que son muchas las que luchan contra el patriarcado.

Ahora, China viene unirse a los 85 países que usaron la consigna #MeToo para denunciar a sus agresores. 

El caso de la estudiante china que paralizó a un país

Todas unidas bajo la misma consigna: #MeToo

Todo comenzó gracias a una joven de origen chino, residente en Sillicon Valley (EEUU) que denunció en las redes sociales a un ex profesor que abusó de ella 12 años atrás. Con esta denuncia, el movimiento #MeToo se impuso en China, donde se multiplicó el repudio al acoso, concentrado, según las denuncias, en el ámbito universitario.

El 1 de enero de 2018, la joven Luo Xixi decidió contar en la red social china Weibo y con el hashtag #MeToo cómo su profesor Chen Xiaowu había abusado de ella. 

Su posteo se viralizó y fue leída por 4 millones de personas, 17.000 la destacaron. A partir de allí, varias estudiantes rompieron el silencio con experiencias similares con Chen. La ola fue imparable y más de 10.000 estudiantes suscribieron 74 cartas a otras instituciones. Muchas compartieron sus propios relatos de acoso sexual de profesores universitarios. Fue una incipiente revolución. 

La historia de Luo Xixi fue leída por 4 millones de personas

Finalmente, Chen fue despedido y el Ministerio de Educación chino lo despojó de un prestigioso galardón. También las autoridades anunciaron mecanismos "para establecer un sistema eficaz para prevenir y tratar el acoso sexual en los campus universitarios". Las redes estallaron de alegría. Fue una pequeña conquista.


Los números, en rojo

#MeToo, la campaña que movilizó al mundo contra los abusos

El portal chino, The Sixth Tone, de corte oficial y que enfoca los temas por medio de historias personales, publicó en las últimas semanas una encuesta de 2017 según la cual casi el 70% de 6.500 entrevistados dijeron que habían sufrido acoso sexual en la educación terciaria.

La encuesta, realizada por el Centro de Género y Educación Sexual de Guangzhou y la firma de abogados Beijing Impact Law, se reveló además que un 10% de los entrevistados dijo que el acoso tuvo un impacto en sus relaciones y estudios y, en algunos casos, sufrieron depresión e intentos de suicidio.

Sin embargo, casi la mitad de las víctimas permaneció en silencio y menos del 4% presentó denuncias.
Para los encuestadores, las causas de este silencio es que "algunas no lo consideran lo suficientemente grave; el estigma tradicional asociado al sexo puede hacer que se sientan avergonzadas o carecen de fe en los mecanismos para manejar los casos de agresión".

Pero si bien el ámbito universitario es el foco de denuncias, según la Universidad de Hong Kong, el 80% de las chinas sufren acoso sexual en algún momento de sus vidas laborales, publicó la consultora China Briefing.

Los precedentes en China: entre arrestos y exilios

En 2015, las autoridades arrestaron a cinco activistas por organizar protestas contra el acoso en el transporte público. Y, en 2017, Zhang Leilei, activista de Cantón que se hizo a sí misma un anuncio ambulante para denunciar acosos, fue compelida a que abandonara la ciudad.

Desde el portal Sixth tone, la bajada de línea fue clara: Impartir castigos y tolerancia cero ante el acoso. "La sociedad debe unirse", pidieron.

En China, militantes feministas han sido detenidas por difundir panfletos contra las agresivas sexuales en la vía pública y, según una encuesta hecha en 2016 a casi 6.000 estudiantes y recién graduados, el 70% de las mujeres dijeron haber sufrido algún tipo de acoso sexual, pero sólo un 4% contó que lo denunció pública u oficialmente.

Una luz de esperanza al final del camino

La historia de Luo y el despido de Chen supone un primer paso importante en un país completamente controlado por un partido comunista, que está a su vez totalmente dominado por hombres. 

Por otro lado, el especialista en relaciones internacionales, Zhou Xinyu, "las mujeres no se quedan cuidando a los niños, muchas son muy exitosas en los negocios y muy ricas, pero en el escenario político no hay tantas".

Para un futuro cercano, Zhou apostó al empoderamiento en las universidades "donde las mejores estudiantes son mujeres". El mismo lugar donde el silencio ya se rompió.
 

Las redes sociales como vía de acción 

Frente a la condena social y la denuncia, finalmente las campañas en las redes fueron la respuesta. En China, los acosos se denuncian con los hashtags #WoYeShi (Yo También, en mandarín), #MetooinChina. 

Hay un avance que parece llegar para quedarse, algo impensable en un país donde lideran hombres bajo el partido comunista. El poder de las redes es inmenso, es como una ola que llega para arrasar con todo y mostrar todas atrocidades que estaban ocultas bajo un manto de silencio y mentiras. 

Por otro lado, la globalización contribuye a que mujeres de todas partes del mundo se conecten mediante Internet creando campañas virtuales que luego impactan en la vida ordinaria de los individuos y consecuentemente en la agenda social, cultural y política de los países.

El cambio ha llegado para quedarse y "la revolución será feminista o no será".

Fuente: Télam