"Todos somos Cataluña" es el lema que encabezó esta masiva manifestación que, según la entidad organizadora, la Sociedad Civil Catalana (SCC) pasó el millón de personas, aunque de acuerdo a los datos manejados por la Guardia Urbana de Barcelona, solo eran 300.000.
Según los testigos, la marcha tuvo un carácter festivo y reivindicativo, en medio del clamor a favor de la unidad de España. Si bien la independencia de Cataluña fue declarada el pasado 27 de octubre, no ha sido reconocida por ningún Gobierno ni por ninguna organización internacional.
Detalles de la movilización
La manifestación fue encabezada por dirigentes de Ciudadanos (liberales), PSC (socialistas) y PPC (centroderecha), los 3 partidos cuyos diputados abandonaron el recinto catalán antes de la votación de la resolución sobre la independencia, en abierto desacuerdo con la iniciativa.
De esta forma, los constitucionalistas catalanes testearon sus fuerzas en las calles de Barcelona, donde se vieron numerosas banderas españolas, pero también catalanas y europeas, y se cantó "viva España" y "viva Cataluña".
Al término de la marcha tomaron la palabra el ex ministro del PP, Josep Piqué, el ex ministro socialista y ex presidente del Parlamento Europeo, Josep Borrell y el ex líder del Partido Comunista Español, Paco Frutos. Los 3 abogaron por favorecer la convivencia y la concordia y rechazaron los intentos de dividir a los catalanes que atribuyeron a los independentistas.
El manifiesto leído por los organizadores apeló a la sensatez para superar la actual controversia y volver a la legalidad y la convivencia pacífica, y llamaron a votar con ese objetivo el 21 de diciembre en los comicios autonómicos.
El hecho de que esas elecciones sean convocadas por el Ejecutivo español en aplicación de la Constitución genera un problema a los partidos secesionistas, que ahora han de debatir si concurrirán, lo que de algún modo supondría aceptar el marco generado por el Gobierno de Mariano Rajoy. En caso de no hacerlo los independentistas quedarían fuera de las instituciones autonómicas los próximos años.
El próximo 30 de octubre, el Gobierno español asumirá plenamente la administración regional en el primer día laborable después de la aplicación del decreto constitucional y de la destitución de Puigdemont y su equipo.