Las pericias sobre los celulares de los rugbiers demostraron los días posteriores al crimen la conciencia sobre lo que habían hecho frente al boliche Le Brique. En las últimas horas se difundió una conversación que Blas Cinalli tuvo con otro grupo de amigos sobre la golpiza a Fernando Báez Sosa.
Pasadas las 5 de la mañana y con el crimen consumado, Cinalli comparte en un grupo de Whats App la anécdota de la pelea.
"Nos cagamos a piñas en el boliche. Nos sacaron a todos. Esperamos que se vaya la policía y ahí los recagamos a piñas", es el primer mensaje que envía el joven de 18 años.
El relato que hace a través de su teléfono celular coincide con la reconstrucción que la fiscal Verónica Zamboni hizo del crimen.
Luego, Cinalli envía un mensaje que muestra cómo sabían de la muerte de Fernando: "Dos convulsionaron, uno lo mandamos al hospital sin signos vitales. Ahora estamos yendo a Mc Donald's a ver qué pasa", agregó.
Por último, reconoce que habían asesinado al joven de Caballito: "Amigo, flashamos, matamos a uno", concluyó.