"Deshidratación aguda grave e insuficiencia renal". Ese fue el resultado que arrojó la autopsia que se le realizó al cuerpo del cadete Emanuel Garay, quien fue sometido a un entrenamiento extremo para ingresar a la Escuela de Policía de La Rioja.
El joven estuvo internado durante cinco días en terapia intensiva a causa de las secuelas que le provocaron los abusivos entrenamientos y sufrió un paro cardíaco que terminó con su vida.
Además de Garay, otros 11 cadetes que fueron sometidos al "baile", también se encontraban hospitalizados por cuadros similares a los del fallecido.
A partir de esta situación, el gobernador de La Rioja, Sergio Casas, anunció la decisión de remover al secretario de Seguridad de la provincia, Luis Angulo, y del jefe de Policía, Luis Páez.
"Quiero asegurarles que desde el cargo que ejerzo haré hasta lo imposible para llegar a fondo con los responsables, porque nadie puede arrebatar la vida a un joven con todo un futuro por delante y sobre todo con el sueño de servir a la comunidad. Emanuel no merecía esto, y lo digo con profunda tristeza e indignación", aseguró el funcionario a través de un mensaje en su cuenta de Facebook.