El jueves por la tarde, dos mineros pusieron a prueba una jaula ascensor de 1,05 metros de diámetro y 2,5 metros de altura. Al bajar, confirmaron que el ambiente no es el mejor: poca ventilación, poco oxígeno y sin luz.

Por ese motivo se tomarán turnos de entre 30 y 40 minutos para trabajar y asegurar los postes de madera para crear la galería de más de dos metros de altura. Llevarán las herramientas que necesiten para seguir bajando y equipos autónomos para poder respirar.

Los mineros comprobaron que hay un tapón de tierra que obstruye el pozo. Intentaron llegar al niño de 2 años por un pozo horizontal, pero se dieron cuenta que la mejor opción era un túnel paralelo. Para eso, removieron 23 metros del cerro y  a partir de ahí comenzaron a excavar un nuevo túnel de 1,5 metros de diámetro y más de 60 metros de profundidad. Demoraron 55 horas en lograr el túnel paralelo por la dureza de los materiales. 

A medida que avanzan en profundidad, se refuerzan las paredes con tubos metálicos para prevenir derrumbes y facilitar el movimiento del ascensor con el que planean traer a Julen a la superficie.

El operativo de rescate continúa y esperan llegar al pequeño Julen dentro de las próximas 24 horas. Los padres no pierden la esperanza de recuperar a su hijo.