Fue un lunes agitado para la causa que investiga las responsabilidades que le caben a los diez rugbiers acusados de asesinar a Fernando Baéz Sosa un mes atrás en Villa Gesell. Después de que la fiscal Verónica Zamboni adelantara que pedirá imputar a 8 de ellos como coautores del crimen y a los liberados (Alejo Milanesi y Juan Pedro Guarino) como partícipes necesarios, por la noche se difundió una selfie que se habrían tomado 20 minutos después del hecho.
La imagen fue difundida por los abogados que representan a la familia de la víctima y muestra a seis de los diez imputados junto al sospechoso N°11 (que en los chats de los acusados llaman 'Pipo' y sería un menor de 17 años) y alguien de espaldas.
Quien toma la imagen es Blas Cinalli. Apoyado sobre su hombro figura Ayrton Viollaz, a cuya izquierda y sentado se encuentra Lucas Pertossi. A la derecha de Pertossi está Guarino, y a la derecha de éste, Luciano Pertossi.
Máximo Thomsen es el que está parado con remera gris y los pulgares en alto, sonriente. A su lado hay alguien de espaldas.
"Es una selfie que se sacaron después de 20 minutos de la matanza. Y ahí se puede ver la actitud que tomaron luego del crimen. Ya se habían comunicado, ya sabían que había un muchacho asesinado y, sin embargo, tenían tiempo para sacarse selfies", manifestó Fernando Burlando en diálogo con TN.
La foto fue tomada a las 5.11 de la mañana en la residencia que alquilaban los jóvenes y es la primera imagen nítida que se muestra del sospechoso N° 11, quien el letrado considera que "no es un testigo" y "habría que darle la posibilidad de que se defienda".
Este martes 18 de febrero, a un mes del asesinato, habrá una marcha que desembocará frente al Congreso de la Nación. Pedirán "Justicia por Fernando y por todas las víctimas de violencia".