Julieta Silva, acusada de la muerte de su novio Genaro Fortunato, cumplía arresto domiciliario. Sin embargo volverá a la cárcel tras el rechazo por la Suprema Corte de Justicia al pedido de su defensa.
Silva está condenada a 3 años y 9 meses de prisión por la muerte de Fortunato, y por la cual estuvo alojada un mes en la cárcel de San Rafael. Posteriormente fue favorecida con el arresto domiciliario.
Además de la condena, Silva está inhabilitada a conducir por 8 años.
Se espera que su abogado, Alejandro Cazabán, pida nuevamente domiciliaria. Decisión que está a cargo del juez de ejecución penal.