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Actualidad #Mendoza#unión europea#acuerdo#mercosur#Industria vitivinícola

La industria del vino dividida frente a la Unión Europea

El Mercosur negocia con la UE un acuerdo de comercio que puede ser positivo o catastrófico: todo depende de quién opine.

La industria del vino dividida frente a la Unión Europea
La industria del vino dividida frente a la Unión Europea


El acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea avanza y los diferentes sectores anticipan lo que les deparará el futuro en caso de aprobarse esa medida. La industria vitivinícola no es la excepción. Un eventual convenio promete arancel cero, y ante esa perspectiva la cadena del vino tiene opinión dividida.  Mientras unos apoyan las gestiones del Gobierno Nacional, otros dicen que el libre comercio con los europeos traería más problemas.

Muchos se sienten optimistas. Bodegas de Argentina es la cámara que agrupa a más de doscientas cincuenta bodegas de las regiones vitivinícolas: desde esa entidad afirman que un acuerdo “potenciará las exportaciones de vino Argentino a la Unión Europea, principal mercado de exportación luego de los Estados Unidos".

El arancel cero para las exportaciones locales entusiasma a un importante grupo de empresarios. El director ejecutivo de Bodegas de Argentina, Juan Carlos Pina, lo confirma:

"Creemos que con la firma de un acuerdo de cero arancel entre ambos bloques, Argentina será beneficiada". 

Cabe preguntarse, sin embargo, qué será del vino mendocino si entran a mercados como el de Brasil productos de Francia y España, que compiten con las botellas cuyanas y cuentan con un prestigio y una inversión en márketing difíciles de alcanzar. 

Para Pina, ese riesgo no es tal. "El principal obstáculo a la exportación de vino argentino a Brasil es la carga tributaria sobre el vino, no la potencial importación de vino europeo", dice. El directivo resalta que el futuro del vino nacional “es la exportación, como lo es para nuestros competidores del Viejo y Nuevo Mundo".

En contraste, desde otras organizaciones suenan tambores de guerra. La COVIAR -Corporación Vitivinícola Argentina, entidad que reúne representantes de toda la cadena de valor- ya avisa que si no se establece “un proceso de convergencia arancelaria progresiva” se correrán “serios riesgos”. Es decir que la aplicación inmediata del intercambio sin arancel desorganizaría todavía más al presente de la industria. 

Según detallaron desde COVIAR, hoy la Argentina exporta 200 millones de litros de vino embotellado cada año, lo que equivale a US$ 800 millones. La producción llega a más de 130 países, “siendo este producto uno de los pocos que Argentina exporta al mundo en cantidades relevantes con alto valor agregado y marca propia".

Un acuerdo -advierten- podría amenazar estos logros. Para COVIAR, la apertura solo será viable si se tiene en cuenta que el Mercosur y la Unión Europea tienen un poder de presión diferente.

Sin embargo la tentación es grande. Alemania, Reino Unido, Países Bajos, Dinamarca, Bélgica y Suecia integran, junto a Estados Unidos, el núcleo del principal mercado de consumo de vino del mundo. Y Sudamérica tiene algunos ejemplos de acuerdos exitosos. Países como Chile ya han avanzado en las negociaciones con la UE y, en consecuencia, sus exportaciones vitivinícolas se han multiplicado. En el caso del país trasandino, desde 2003 el envío de vino local duplicó el valor de sus ventas, pasando de 200 a 460 millones de dólares.

"Todos nuestros competidores están negociando ingresar a Europa sin arancel o ya acceden en estas condiciones; no nos podemos quedar atrás", apuran desde Bodegas de Argentina.