Desde Pilar, donde se realizó la asamblea plenaria del Episcopado, obispos de todo el país acordaron "el reemplazo gradual de los aportes del Estado por alternativas basadas en la solidaridad de las comunidades y de los fieles, asumiendo el espíritu de las primeras comunidades cristianas, que ponían lo suyo en común".
Para el próximo año el gobierno tiene presupuestado 126 millones de pesos para la iglesia católica.
En un comunicado la comisión episcopal para el sostenimiento de la misión evangelizadora de la Iglesia, anunció que “trabajará en la creación de un fondo solidario" y dará “continuidad del diálogo con el Gobierno Nacional, consensuando diversas alternativas que facilitarán este reemplazo”.
El lunes, al abrir el encuentro en la casa de retiros El Cenáculo, el obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Oscar Vicente Ojea, llamó a sus pares a la unidad y a asumir la nueva realidad que afronta la Iglesia con humildad, paciencia y coraje.