Ir al contenido
Logo
Actualidad #Inflación#Fmi#Dólar#Hernán lacunza#Los anuncios de macri

La ideología cae ante la crisis: cepo y default selectivo

Después de la derrota de las PASO el gobierno viene tomando medidas económicas por fuera de su mapa ideológico enfrentados a una realidad que quema manuales.

La ideología cae ante la crisis: cepo y default selectivo

Hace 3 semanas la incertidumbre reina el panorama, si bien la crisis no empezó el lunes 12 de agosto el comportamiento errante de la gestión actual nos pone en alerta y la profundización de esta crisis ya es un hecho. 

Mañana se expresaran las presiones locales en el mercado de cambios y recién el martes podremos ver como impactan estas políticas en la plaza de Wall Street (recordemos que el lunes es feriado en EE.UU.) pero más allá de los humores de los mercados hay una realidad que nos afecta directamente a los ciudadanos de a pie: la escalada en la inflación y la consecuente perdida de poder adquisitivo de los ya devaluados salarios. 

El mal timing

Si hay algo en lo que acuerdan los economistas es la importancia del timinguna medida económica no es buena o mala en sí sino que tiene que ver con un contexto y con la señal que emite esa política hacia el resto de los agentes económicos. 

Con un agosto interminable, donde las reservas cayeron casi 14 mil millones de dólares y la inflación se estima en un 4/5% mensual, y un septiembre que empieza con los tapones de punta, es válido preguntarse que hubiera pasado si las medidas que se anunciaron post PASO se hubieras tomado antes.

No se puede contestar lo que no pasó pero se puede explicar porqué no se tomaron y tiene que ver justamente con la postura ideológica del actual gobierno, que asumió con una demonización del cepo cambiario y las regulaciones al mercado de capitales, además de fuertes críticas hacia lo que ampliamente llamaron "populismo".

Sin embargo, la realidad económica exige regulaciones y políticas concretas. La vuelta de los controles cambiarios demuestra la importancia que tienen en nuestra economía y los riesgos de exponer la economía nacional a los humores del mercado. Bienvenidos los controles cambiarios, mejor tarde que nunca. 

Quemando manuales

En la primera semana post PASO tuvimos anuncios de medidas que en otros años hubieran entrado en la etiqueta de "populistas". Bono para trabajadores y para quienes cobran AUH, exención del IVA en productos de la canasta básica y otras que apuntan a mejorar "el bolsillo de la gente". 

 

Medidas que dado el momento en el que se toman, hacen imposible calcular su incidencia real. Estas transferencias de ingresos hacia los sectores más populares deberán compararse con el shock inflacionario que esta sucediendo a partir de agosto luego de la fuerte devaluación del peso.

Estas políticas contrarias a los manuales del FMI se tomaron en conjunto con el silencio del ahora ex ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, que ese mismo fin de semana dejó su renuncia y una herencia de histórica deuda pública, flexibilización en las condiciones de entrada y salida de los capitales extranjeros y 3 corridas cambiarias. 

La papa caliente la agarró Hernán Lacunza. Después de confirmar el rumbo de la política económica como si nada hubiese pasado y simplemente estuviéramos ante un dólar $10 más caro, aseguró que el nivel entre $58 y $62 era el correcto para la cotización divisa. El Banco Central actuó en consecuencia pero las reservas internacionales se seguían drenando con una tasa de interés cada vez menos efectiva para absorber pesos. 

La siguiente semana, y ante el silencio del FMI sobre el desembolso de los 5.400 millones de dólares (que parecen cada vez más lejanos) se anunció el "reperfilamiento", este default selectivo pero que no tiene quitas de capital ni de intereses. Un default de buenos modales que busca dar aire a la agenda de vencimientos de deuda pública. 

Las presiones no bajaron y la sorpresa de un anunció tan contrario al manual de Cambiemos generó mayor incertidumbre. El Banco Central subasto hasta 6 veces por día para fortalecer la oferta verde y mantener la cotización por debajo de los $62, además de subir nuevamente la tasa de interés que ya encontró su nuevo récord: 83% de rentabilidad anual.

La insostenibilidad del modelo era visible en la caída de las reservas internacionales y tuvieron que quemar lo que fue gran parte de su campaña de 2015, y uno de sus mayores logros ideológicos, el cepo cambiario.

Habemus Cepo

Si bien el cepo cambiario tiene muy mala fama, y quedó comprendido por el utilizado en el último gobierno kirchnerista, existen muchos tipos de cepos y controles cambiarios. También es cierto que la mayoría de los países tienen regulaciones a la compra/venta de divisa extranjera y la entrada/salida de capitales, sobretodo en la región. 

El control cambiario anunciado hoy tiene como eje garantizar los dólares de los pequeños ahorristas, la solvencia del sistema bancario actual y evitar el traspaso compulsivo de pesos a dólares por parte de las empresas. Se suma la regulación para obligar a los sectores exportadores a liquidar sus divisas para fortalecer la oferta de dólares en el país (recordemos que fue Cambiemos quien eliminó la obligación de liquidar estas divisas antes). 

Si bien estos controles eran necesarios, y las consecuencias de haberlos quitado lo demuestran, el timing es central. La señal actual puede ser vista como un signo de prudencia entre tanta volatilidad o puede ser leída desde el pánico social y profundizar el drenaje de los depósitos en dólares, además de generar un nuevo mercado blue de la divisa. 

En este sentido, es importante el anunció de la mayor liquidez de los bancos para poder enfrentar la demanda de ahorristas de dólares papel y la extensión del horario bancario con la intención de mostrar la solvencia.