Juzgado por doble femicidio, el "hombre gato" declaró: "No maté a nadie, mi madre está secuestrada y me habla todas las noches"
En la penúltima jornada del juicio que enfrenta, el acusado, quien se comporta como un gato, habló y respondió a las preguntas de sus abogados. Mañana el juicio por jurado dará su veredicto.
Gilad Gil Pereg, el israelí acusado de asesinar a su madre y a su tía en enero de 2019 en la provincia de Mendoza, declaró en las últimas horas en el marco del juicio, que él no mató a nadie y que su mamá "está secuestrada" y le "habla todas las noches".
"No maté a nadie. Me culpan porque vivo de forma rara, yo no vivo como en el mundo de ustedes. Jamás le pude hacer algo a mi madre, es toda mi vida. Es mentira que están muertas y que las encontraron en el terreno mío. No sé dónde están. Yo jamás vi un cuerpo. La Policía y la Fiscalía plantaron los cuerpos", sostuvo Gil Pereg ante el jurado.
Se trata de la penúltima jornada del juicio que enfrenta, donde respondió a las preguntas de sus abogados y reiteró sus comportamientos como un gato. "Por tiempo límite yo puedo ser como una criatura de dos patas y ser como humanos, pero en mi casa vivía como gato 100%. Me costó mucho estudiar. Tengo paranoia. No puedo aceptar este mundo porque es muy feo. No quiero saber nada. Ver todo esto me hizo muy mal", consideró.
"He vivido en una burbuja cerrada. Yo comprendí al abrir los ojos. Después de que los abrí en la Universidad fui al Ejército, vi lo malo que hacen y no pude aguantar", agregó.
Gil Pereg está acusado de doble femicidio y mañana, la Justicia y el jurado decidirá si finalmente lo considera culpable o no. Sobre sus crímenes, declaró: "Cuando me detuvieron justo encontraron supuestamente los cuerpos. En los allanamientos no encontraron nada. Han secuestrado a mi madre y a mi tía. Mi madre me ve todas las noches y me habla. Me dice que está secuestrada y pide que vaya a salvarla".
Los cargos que enfrenta son por "homicidio agravado por el vínculo" por la relación con su mamá y de "homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego" en lo que respecta a su tía.
Mientras que la defensa del imputado alega que tiene una "discapacidad mental", dos psiquiatras que lo analizaron contradicen este argumento. "Él sabe muy bien lo que ocurre a su alrededor. Vi que siente que es un gato. Vi que utilizaba esto para tener un beneficio. Una vez no quiso hacer un test sobre un papel. Le dije que volvía al penal y pidió hacer el dibujo", manifestó el jurado Juan José Vilapriño, director del hospital de salud mental El Sauce, de Mendoza.