Empezó como actriz y siguió su verdadero sueño: la música. Es una de las artistas argentinas más reconocidas en el planeta y hasta en Japón se saben sus temas. Tuvo sus sesiones en Tiny Desk y KEXP; tocó en los escenarios de Glastonbury, Coachella, Roskilde y Lollapalooza. La Caja Negra de esta semana es con Juana Molina.
"Cuando pensás en lo que estás haciendo, la cagaste, porque viene el juicio", aseguró en diálogo con Julio Leiva, y ejemplificó: "Estaba grabando unas voces en una canción. Estaba con el piano y dije: 'Che, que lindo esto que estoy cantando'. Y no lo pude terminar, porque como que me desperté y no la pude cantar. Ya era otra persona con otra intención, todo distinto".
Después de vivir en el exilio por la dictadura militar, Juana volvió a Argentina: "Sin darme cuenta yo me había ya impregnado del modo de pensar y de vivir de los franceses. Estuve viviendo bastantes años ahí y entonces, cuando llegué, me acuerdo que lo primero que me impactó fueron la cantidad de publicidades que había para adelgazar, la obsesión con la gordura que había en Argentina. Fue algo que me impactó porque en ese momento, que era más bien robusta, me acuerdo que el pianista (ex pareja) me besaba los rollos sin ningún problema. Empecé a tener problemas con todo: me gritaban por la calle por cómo iba vestida. Ahí me sentí diferente".
"Decidí que me quería dedicar a la música. Definitivamente necesitaba un laburo que pagara bien y que me dejara tiempo para estudiar y tocar y componer y grabar. Y bueno, ahí fue cuando entré a la Noticia Rebelde y se me bifurca el camino y me fui por otro lado y medio que se me fue la música de las manos, hasta que decidí volver siete años después", contó sobre los comienzos de su carrera en la pantalla chica.
Es reconocida a nivel nacional e internacional. Japón es uno de los países en los que más admiración generó: "Fue muy misterioso todo cómo ocurrió. Me gustó mucho el rubro en el que me describían. Habían inventado una cosa que se llama punk, que según me describían era como un río que fluye. Esa sería mi categoría musical, un río que fluye y me pareció la más acertada de todas los nombres que le pusieron".
Si vamos a la caja negra de su vida, ¿cuál es el momento que la convierte en lo que es hoy?: "Realmente me siento a veces una niña de cinco años encerrada en el cuerpo de una anciana, y creo que en algunos casos, por suerte y en otros lamentablemente no crecí mucho. Me siento muy parecida a mí misma todo el tiempo. Me acuerdo de cosas de cuando era chica, del colegio, experiencias de bullying -cuando no existía la palabra- y son las mismas cosas que me pasan ahora. No me pasan del mismo modo, pero si me pasaran me pasaría lo mismo, me sentiría igual como una fragilidad muy. Eso no aprendí a cambiarlo".
Hacia el final de la entrevista se abre la caja negra. Comienza un desafío inesperado. Semana a semana una figura se someterá al living para dialogar y reflexionar. Y vos, ¿te animás a recordar qué momento hizo un click en tu vida?